La Comisión Europea ha eludido este viernes valorar las acusaciones de corrupción en España y el hecho de que afecten al presidente, Mariano Rajoy, y ha sostenido que se trata de problemas de "política interna". El Ejecutivo comunitario ha asegurado además que no mantiene contactos con el Gobierno por esta cuestión.

"No tenemos comentarios específicos sobre estas cuestiones", ha dicho la portavoz, Pia Ahrenkilde, al ser preguntada por si el Ejecutivo comunitario está preocupado por el hecho de que estas acusaciones afecten al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y si considera que ponen en riesgo la estabilización de la economía española.

"Son cuestiones de política interna española", se ha limitado a agregar la portavoz pese a las numerosas preguntas de la prensa.

"Estamos en contacto con todos los Estados miembros todo el tiempo, pero no tengo conocimiento sobre ningún contacto sobre este tema específico", ha señalado Ahrenkilde al ser interrogada por si la Comisión ha preguntado a las autoridades españolas sobre estos casos.

La portavoz ha indicado además que no cabe establecer "comparaciones o analogías" entre la situación de España y la de Rumanía, país al que la Comisión ha acusado esta semana de no tomar suficientes medidas para frenar la corrupción. El Ejecutivo comunitario ha alegado que Rumanía está sometida a un mecanismo de vigilancia especial.

Por su parte, el portavoz de Asuntos Económicos, Simon O'Connor, ha asegurado que las acusaciones de corrupción no afectarán al rescate bancario que España recibe de la UE.