Guillermo-Alejandro y Máxima de Holanda han conocido hoy las inquietudes de España sobre la crisis económica y el futuro de la UE durante su breve estancia en Madrid, una "visita de presentación" con una apretada agenda en la que han sido calurosamente recibidos por los Reyes y los Príncipes de Asturias.

En apenas cinco horas, las que han transcurrido entre su llegada a la base aérea de Torrejón y su reunión con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy -último punto de su visita-, han compartido un almuerzo en la Zarzuela con don Juan Carlos, doña Sofía, los Príncipes y la infanta Elena, han conversado con diputados de distintos grupos en el Congreso y han acudido a la Moncloa.

Desde su llegada a Torrejón, a bordo de un avión pilotado por el propio Guillermo-Alejandro, la visita ha estado salpicada de signos que demostraban públicamente la cercanía entre las familia reales española y holandesa, así como la amistosa relación que mantienen don Felipe y doña Letizia con el actual rey de Holanda -hasta el pasado 30 de abril príncipe heredero- y su esposa.

Cuando los Príncipes les han recibido después de mediodía al pie de la escalerilla del avión, el monarca holandés ha abierto los brazos en un expresivo gesto de alegría, ha abrazado efusivamente a don Felipe y ha saludado también muy cordialmente a doña Letizia, con un abrazo acompañado de dos besos.

La Princesa ha respondido al saludo, muy sonriente, con una protocolaria reverencia y lo mismo ha hecho ante su amiga Máxima, que también la ha saludado con dos besos y con quien ha intercambiado unas primeras palabras antes de posar los cuatro juntos para los medios gráficos.

En un ambiente distendido, el Príncipe ha presentado a los reyes de Holanda a la ministra de Fomento, Ana Pastor, que les acompañaba en ausencia del titular de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo -hoy en París, en una visita de trabajo- y los cuatro han conversado animadamente antes de acudir a la Zarzuela en un automóvil conducido por don Felipe, con Guillermo de copiloto.

Allí les aguardaban don Juan Carlos y doña Sofía -él con una corbata naranja y ella vestida también en tonos anaranjados, en un simbólico homenaje a la casa de Orange-, así como doña Elena, y este segundo recibimiento también se ha producido entre besos y calurosos abrazos, tras el sonoro "¡Hola!, ¡hola!" con el que un sonriente Guillermo-Alejandro se ha dirigido en español a su anfitrión.

Tras el almuerzo celebrado en el comedor del palacio -donde han compartido carpaccio de atún con tartar de escalivada, roastbeef asado y parrillada de verduras-, los reyes de los Países Bajos se han desplazado al Congreso, donde Máxima se ha visto sorprendida por la pregunta de una periodista sobre la idoneidad de doña Letizia para ocupar en el futuro el papel de Reina.

"Yo no puedo responder a eso", ha contestado Máxima Zorreguieta, quien poco después se ha reencontrado en el interior del Palacio de las Cortes con la diputada Cayetana Álvarez de Toledo, que dio en 2006 el salto del periodismo a la política y que es madrileña pero criada en Argentina, donde coincidió con la ahora reina de los Países Bajos, con quien no ha perdido contacto en estos años.

El presidente de la Cámara, Jesús Posada, ha acompañado a sus invitados al hemiciclo y allí les ha dado la habitual explicación histórica sobre los disparos del golpista Antonio Tejero que aún se pueden ver en el techo y les ha relatado cómo el pasado día 11 el agua caía a chorros desde el tejado por culpa de la ya célebre gotera que protagonizó el primer pleno del periodo de sesiones.

La visita ha concluido en el Salón de Ministros, donde han conversado casi una hora con los ocho diputados que completan la Mesa del Congreso, diálogo en el que, entre otras cuestiones, han intercambiado impresiones sobre las perspectivas políticas y económicas de la UE y España, con referencias a la reforma de las pensiones, según ha precisado Posada.

"Fantástico", ha sido el resumen, en español, que ha hecho de su visita Guillermo-Alejandro antes de que él y su esposa se dirigieran al Palacio de la Moncloa para reunirse con Rajoy, un encuentro protocolario con el que han puesto punto final a su breve estancia en España -en la que les ha acompañado el ministro de Exteriores, Frans Timmermans-, antes de regresar a su país esta misma tarde.