El Congreso de los Diputados, con el respaldo del PP, ha rechazado la propuesta del PNV, que apoyaba toda la oposición, para que ningún grupo parlamentario, aunque tenga mayoría absoluta, pueda impedir que una iniciativa parlamentaria se debata en el pleno.

Ha sido un debate un tanto agrio en el que el PSOE y la Izquierda Plural han hecho constantes referencias a las mociones sobre el caso Bárcenas que la Mesa de la Cámara rechazó ayer incluir en el orden del día de hoy y que ha provocado que la vicepresidenta primera de la Mesa, Celia Villalobos, se encarara con los representantes de esas formaciones en varias ocasiones.

A falta de la votación final, todos los grupos de la oposición han respaldado la toma en consideración de la propuesta del PNV que, como ha explicado su portavoz, Aitor Esteban, pretendía regular la mayoría absoluta en algunos aspectos.

En concreto, pedía que el orden del día del pleno lo fijara, como hasta ahora, el presidente de acuerdo con la Junta de Portavoces, pero que ninguna iniciativa pudiera ser vetada con la negativa de un solo grupo parlamentario, aunque tenga la mayoría absoluta.

También pedía que el orden del día sólo pudiera ser alterado por acuerdo del pleno a propuesta del presidente, a petición de dos grupos o de una quinta parte de los miembros de la Cámara, una modificación -ha señalado Esteban- que no tiene ninguna complejidad jurídica y que tan sólo requiere de voluntad política.

El portavoz de los nacionalistas vascos se ha quejado de que haya una mayoría que lo "cope" todo y con su comportamiento está "perjudicando" el principio de pluralidad.

Con esta propuesta, ha aclarado Esteban, no se pretende que la minoría decida sino "dificultar" que la mayoría se utilice "en beneficio propio" y para lograr objetivos "espurios".

La intervención de Chesus Yuste, de la Izquierda Plural, ha empezado con reproches al PP por "menoscabar" el respeto a los doce millones de votantes de la oposición y ha acabado tensándose cuando ha querido leer el texto de la moción de su grupo que ayer rechazó la Mesa con las correspondientes amonestaciones de Villalobos.

Cuando le ha tocado el turno al PSOE, el diputado Pablo Martin, ha arremetido también contra el grupo popular por el "ignominioso veto" a las dos mociones sobre Bárcenas y ha pedido a Villalobos que argumentara ese veto, amparándose en el Reglamento.

Tras un rifirrafe entre ambos a cuenta de esto, Martín ha reconocido que el PSOE se equivocó cuando pudo impulsar la reforma del Reglamento y no lo hizo y por eso ha pedido al grupo popular que no cometa el mismo error.

"Nada corrompe más la verdad que la mentira o el silencio", ha advertido al PP y se ha preguntado "a qué teme" este partido si tiene una mayoría parlamentaria para tumbar cualquier iniciativa.

La portavoz de UPyD, Rosa Díez, tras felicitar al PNV por haber logrado "colar" esta propuesta, ha señalado que, obviamente, el PP puede ganar todas las votaciones porque cuenta con la legitimidad para hacerlo, pero "no tiene derecho a pervertir" el uso del Reglamento y a impedir el normal funcionamiento de la Cámara.

Montserrat Surroca, por parte de CiU, ha expresado su inquietud porque el PP, en los últimos meses, esté utilizando "a su antojo" la mayoría que tiene en el Congreso y ha urgido a corregir esas mayorías parlamentarias que pueden ser utilizadas de manera partidista y por eso ha apoyado la propuesta del PNV.

El grupo popular ha afirmado no estar en contra de modificar algunos aspectos del Reglamento pero sí rechaza propuestas "unilaterales, oportunistas y partidistas", según ha dicho el diputado Enrique Martín Rodríguez.

Por respeto a la Cámara, ha señalado, este tipo de reformas se plantea en la comisión del Reglamento, que ya ha constituido la ponencia, pero la propuesta que ha traído el PNV y la del PSOE de la semana pasada, ha lamentado, "van directamente en contra del grupo mayoritario de esta cámara".

Además, ha afeado a los nacionalistas vascos que critiquen una norma que ellos mismos aplican en el Parlamento de Vitoria y ha dicho que si su intención hubiera sido sincera, la hubieran tratado con el PP, pero su intención era "desgastar" al Gobierno.