El presidente de Iberia, Luis Gallego, ha rechazado que la situación de Iberia sea la causa principal de la caída de pasajeros en el aeropuerto de Barajas, así como en la infrautilización de la T4. Durante la presentación de la nueva imagen corporativa de la compañía, Gallego ha afirmado que el tráfico en el aeropuerto de Madrid ha caído como el de otras ciudades españolas que no están en la costa como consecuencia de la crisis económica. Pese a ello ha afirmado que "Iberia es la solución al problema del hub" de Barajas y ha destacado que las filiales de bajo coste --Iberia Express y Air Nostrum-- pueden competir con otras como Vueling e Easyjet.

"Esperamos que España se recupere para entrar en beneficios" ha dicho Gallego, que ha valorado positivamente el anuncio del Ministerio de Fomento de bonificar el aumento de pasajeros en los aeropuertos.

Los directivos de la aerolínea están estudiando nuevas rutas tras la cancelación hace casi un año de algunas emblemáticas hacia Latinoamérica. El este de Europa y África son los objetivos hacia los que expandirse entre los que al parecer no está Asia. Gallego ha confirmado la entrega de ocho Airbus aunque aplazó la compra de otros ochos a conocer los costes que comportan tanto por su adquisición como por la rentabilidad que se obtengan de su puesta en funcionamiento.

SIN CONFLICTOS

La reducción de costes es el objetivo del plan de reestructuración y lo que condiciona los planes de la aerolínea que ha visto como su cuenta de resultados se veía perjudicada por la fusión con IAG. Según Gallego, "es difícil tener un plan de futuro sin saber la estructura de costes que vamos a tener". Ello pasa por la negociación con los trabajadores de las distintas áreas del plan de reestructuración que incluye bajada de sueldos y rescisiones de contratos. El presidente de Iberia descartó que vaya a haber conflictividad en esta negociación.

La nueva imagen de Iberia sigue jugando con los colores rojo y amarillo, este último más ocre que antes, y que ocupan la cola de las aeronaves, las letras dejan su característica inclinación y la corona pasa a un segundo plano, en la panza de los aviones, junto a la matrícula.

Los directivos de la compañía no han desvelado el coste total de este cambio de imagen que se extenderá también a las filiales de bajo coste. El primer aparato, un Airbus 330, en el que figurarán los cambios volará a finales de noviembre. Iberia prevé que los cambios estén realizados en todos los niveles -web, uniformes, logotipos en la T4, etc - en el plazo de tres años.