La policía municipal de Madrid ha detenido a Enrique Olivares García, de 63 años, un hombre con numerosos antecedentes que se ha hecho pasar por un falso funcionario de prisiones y que, vestido de cura, ha logrado entrar al domicilio madrileño del extesorero del PP Luis Bárcenas, donde ha amenazado a la mujer, un hijo y una empleada del hogar de la familia con una pistola, que después se ha comprobado que era de fogueo.

El grave incidente se ha producido en torno a las 17:09 horas cuando el hombre ha accedido a la casa de Bárcenas, en la calle de Príncipe de Vergara, en cuyo interior se encontraban además de Guillermo Bárcenas, Rosalía Iglesias, la mujer del extesorero, una empleada y un trabajador que realiza funciones de seguridad en la casa. Armado con esa pistola, el hombre ha reunido a todos las personas que estaban en la casa en el comedor, y les ha asegurado que había viajado desde Cuenca, en busca de 'pendrive' del extesorero popular. Después ha sacado unas bridas con las que ha empezado a maniatar a los presentes, momento que han aprovechado Guillermo y el empleado de seguridad para abalanzarse sobre el, y reducirle. En ese momento, la empleada del hogar ha salido corriendo a la calle del Príncipe de Vergara, pidiendo auxilio y que se llamara a la policía. Tras una llamada al 112 de Madrid, se ha personado una patrulla de la policía municipal que ha trasladado al asaltante a las dependencias de la brigada de información de la policía nacional de Madrid, que se está encargando de las diligencias.

Hasta el hogar se ha trasladado una ambulancia del Samur que ha atendido a la mujer de Bárcenas, a su hijo y a la empleada del hogar de un ataque de ansiedad.

Olivares García nació en 1949, y es un conocido espadista de los ficheros policiales de toda España. Los espadistas están especializados en acceder a las viviendas a robar utilizando un espadín para forzar al cerradura de entrada. Tiene antecedentes desde 1999 y la última detención es del 2002. Algunos de los testimonios del incidente han asegurado que el hombre está perturbado.