Pese al tono de exigencia de la carta que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, envió al expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, que este ha publicado ahora en su libro 'El dilema', el exlíder socialista afirma que la correspondencia entre ambos fue "un intercambio de intenciones". El exjefe del Ejecutivo ha justificado la difusión de una misiva que en su momento le reclamó sin éxito la oposición afirmando que entonces creyó que hacerlo "era un riesgo para la estabilidad". Trichet le reclamaba la aplicación de severas medidas laborales y fiscales en una carta que precedió a los recortes del Gobierno de Zapatero.

"Voy a explicarlo con claridad. En su momento no podía hacerlas públicas [las cartas entre Zapatero y Trichet] porque era un riesgo para la estabilidad [...] Era más responsable no hacerlo", ha asegurado en una entrevista en el programa 'Hoy por hoy' de la cadena Ser, tras las críticas recibidas por difundir ahora en su libro, publicado por Planeta, una carta que le reclamaron tanto el Congreso como los medios de comunicación y que ocultó a los ciudadanos. En el propio libro señala el "alto valor" del documento y afirma que dar a conocer en estos momentos la correspondencia "no entraña ningún riesgo institucional".

"Hay muchos medios que me la pidieron [la carta] y ahora todo el mundo la ha podido conocer", ha dicho justificando de nuevo su decisión. El expresidente ha insistido en que adquirió un "compromiso de intenciones" con el BCE, cuya influencia en las reformas admitió el propio Gobierno pese a la negativa de Zapatero a dar conocer la misiva, algunas de cuyas peticiones asumió "y otras no".