El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha admitido hoy que la reforma de la ley del aborto contiene algunos puntos "controvertidos", mientras que la oposición ha rechazado el anteproyecto por despojar a las mujeres del derecho a decidir sobre su maternidad.

La primera sesión de control al Gobierno del año en el Congreso ha girado, fundamentalmente, en torno a la reforma de la ley del aborto, de la que han tenido que responder, además Rajoy, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y los ministros de Justicia y Sanidad, Alberto Ruiz-Gallardón y Ana Mato, respectivamente.

"Hay algunos puntos que, sin duda, son controvertidos y se someterán a debate", ha subrayado el jefe del Ejecutivo en la primera pregunta de la sesión formulada por la diputada del BNG, Olaia Fernández Dávila, sobre si iba a retirar el anteproyecto de ley elaborado por el Ministerio de Justicia.

Ha recordado que la reforma estaba en el programa electoral del PP, al contrario, ha dicho, de lo que hizo el PSOE, que elaboró la actual norma "apartándose de la doctrina del Tribunal Constitucional y actuando de forma unilateral".

El jefe del Ejecutivo también ha opinado que no se trata de buscar una legislación acorde con los principios personales o individuales de ninguna persona y de ningún sector, sino en consonancia con la doctrina del Tribunal Constitucional, "respetuosa con los derechos de todos" y que valga para la mayoría de la sociedad.

Por su parte, la vicepresidenta ha advertido al PSOE de que el dogmatismo "no es bueno en nada" y menos en temas de "gran sensibilidad social" como la reforma de la ley del aborto, y le ha acusado de insultar a todos los que no comparten su opinión sobre éste y otros asuntos.

Sáenz de Santamaría se ha pronunciado de esta manera después de la intervención de la portavoz socialista, Soraya Rodríguez, quien le ha pedido explicaciones de por qué ningún miembro del Gobierno está dispuesto a comparecer en el Parlamento para explicar el anteproyecto de ley.

La portavoz socialista en la Cámara baja se ha mostrado convencida de que la reforma "humilla" a las mujeres, restringe su libertad y las trata como si fueran "incapaces".

Se trata de una reforma, ha continuado Rodríguez, que "sólo" la defiende su "autor material", el ministro de Justicia; su "autor intelectual", el presidente del Gobierno, y su "vocero internacional, el señor Le Pen".

Santamaría ha asegurado que el Gobierno "está haciendo su trabajo como corresponde" y que cumple con los procedimientos parlamentarios, pero además ha subrayado que seguirá hablando de esta ley "sin ningún problema".

En otro momento del debate, Gallardón ha dicho que no hay garantías de que en el futuro el PSOE no intente legislar frente a "una persona efectivamente nacida" con la misma postura, "profundamente egoísta", que, a su juicio, tiene ahora con los concebidos o no nacidos.

Lo ha manifestado, una vez que la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, le ha acusado de no preocuparse de la vida de las víctimas de violencia machista y de añadir "sufrimiento a las mujeres" con la reforma de la ley del aborto.

Posteriormente, en una entrevista en Onda Cero, Valenciano ha asegurado que pedirá al ministro que retire la frase en la que, según ella, Gallardón ha acusado al PSOE de "ser casi unos asesinos".

Esta no ha sido la única intervención de Gallardón, puesto que ha sido interpelado por la diputada de la Izquierda Plural Ascensión de las Heras, quien le ha pedido que retire la reforma y, seguidamente, dimita de su cargo.

El ministro ha advertido a los grupos de izquierda de que sus "caricaturas" sobre la reforma no tendrán efecto y les ha invitado a participar en un debate "profundo" sobre el anteproyecto, que responde a un acto de compromiso democrático.

También la ministra de Sanidad ha defendido la reforma porque, a su juicio, todas las decisiones del Gobierno respetan y amparan los derechos de los ciudadanos.

Opinión que no ha compartido la diputada del PSOE Carmen Montón, quien ha acusado a Mato de ser una "obediente y silenciosa cómplice" de la "misoginia legislativa" con la reforma de la ley del aborto, que "prohíbe" la libre decisión de las mujeres.