La Zarzuela no ha querido hacer ningún comentario sobre el procesamiento de la hermana de Felipe VI por blanqueo de dinero y delito fiscal. Un portavoz de la Casa del Rey ha expresado el "pleno respeto a la independencia del poder judicial" ante el mantenimiento de la imputación dictado por el juez José Castro. Lejos queda la indignación que mostró la jefatura del Estado con la primera imputación de Cristina, en abril del 2013. Ahora, solo las palabras justas.

El procesamiento de la infanta ha llegado al Palacio de la Zarzuela apenas una semana después de la llegada del nuevo inquilino, Felipe VI. El relevo en la Corona ha convertido a Cristina en un miembro más de la llamada familia del Rey y ya no forma parte del núcleo duro, en el de la familia real, en el que ahora están Felipe, Letizia, sus hijas, Juan Carlos y Sofía.

El compromiso del nuevo monarca

La Casa del Rey apartó a la infanta de los actos oficiales en diciembre del 2011, a la vez que se consideraba que Iñaki Urdangarin había tenido un comportamiento "poco ejemplar".

En su discurso de proclamación, Felipe se comprometió a respetar el principio de separación de poderes y "respetar en todo momento la independencia del poder judicial". Además, consciente de que esta noticia podía llegar al cabo de pocos días, quiso insitir en que trataría de ganarse el "respeto" de la ciudadanía teniendo "una conducta íntegra, honesta y transparente". "El Rey, a la cabeza del Estado, tiene que ser no solo un referente sino también un servidor de esa justa y legítima exigencia de los ciudadanos", añadió.