La visita de Rajoy a Valencia no estuvo, una vez más, exenta de sobresaltos. Horas antes del desembarco del líder de los populares, la candidata de Compromís a la Generalitat, Mònica Oltra, desvelaba que Anticorrupción había abierto diligencias penales sobre los gastos de la alcaldía del Ayuntamiento de Valencia a raíz de la denuncia presentada por la coalición en abril en relación a las facturas de gastos de representación. Concretamente investiga las 466 “facturas suntuarias y de lujo” por valor de 278.000 euros que Compromís dio a conocer en la web Ritaleaks y que incluyen noches de hotel, billetes de avión, coches privados y restaurantes correspondientes al último mandato de Barberá, pero Oltra avanza que solicitará a Fiscalía que pida también las facturas anteriores al 2011. “Nos tememos que los gastos serán mucho mayores en años de vacas gordas”, deslizó.

Para Barberá, que Anticorrupción haya abierto diligencias es una cuestión “meramente de procedimiento” y una prueba de la “suciedad” y “la desesperación de la campaña manipuladora de la izquierda”. “No saben qué hacer para apartarme”, insistió.

Horas después del anuncio de Compromís, también intervenía la propia Fiscalía para matizar la información de Oltra: “Se ha actuado conforme a la ley para todos los casos en que se reciben informaciones de hechos susceptibles de investigación”. En un comunicado, la Fiscalía de Valencia asegura que la incoación diligencias “supone revestir de la forma jurídica necesaria a la información recibida”. A partir de ahí, se iniciarán “las actuaciones que determinen la existencia o no de hechos punibles”.

Mariano Rajoy ayer no se refirió a la corrupción, pero sí cerró filas con su candidata a la alcaldía de Valencia, exhibiendo socarronería: “No somos perfectos, perfectos son todos los demás. ¡Qué suerte tienen! Hemos hecho lo que teníamos que hacer”. H