El runrún corre por las redes desde hace días. En la sede de la calle Princesa lo observan también, con cierta estupefacción, mucho sonrojo ajeno y cierta inquietud. Este martes, el fenómeno se sube a los titulares. El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha puesto palabras a eso que el entorno podemista viene detectando pero no lograba traducir nombrar como categoría.

A saber: el PSOE copia a Podemos. "Ahora vemos que el Partido Socialista trata de imitar a Podemos todo el día", ha reprochado el secretario general de la fuerza morada, que ha recomendado a Pedro Sánchez que abogue por la originalidad y no por el plagio. "'Don't imitate, innovate'" [No imites, innova], ha ironizado Iglesias, aludiendo al famoso eslogan del anuncio de Hugo Boss en los años noventa.

No satisfecho con la estocada, Iglesias ha aconsejado al secretario general de los socialistas que cuando copie, por lo menos identifique el origen. "Yo le diría a Pedro Sánchez que soy favorable al 'copyleft' -derecho de autor para permitir la distribución de copias- pero hay que citar la fuente", ha rematado Iglesias.

ELECTORADO COMÚN

¿Es relevante el fenómeno? Lo es, fundamentalmente porque ambas fuerzasaspiran a conquistar a un electorado común, el de socialistas desencantados, y también porque traza los primeros rasgos de la cartografía de lo que se viene a denominar "la nueva política".

¿Y en qué estaría copiando el PSOE a Podemos? Fuentes de Princesa -calle de la sede podemista en Madrid- aducen que en argumentario, en conceptos y liturgias. Ejemplos de cada categoría.

Uno. La batalla por apropiarse de Jeremy Corbyn, el recién nombrado nuevo líder del Partido Laborista británico. Durante el proceso de primarias, Podemos apoyó su candidatura, porque entiende que sus postulados se alejan de la visión neoliberal que había impuesto Tony Blair y vuelve a priorizar la justicia social y los límites al sistema financiero. Subrayan ahora los dirigentes del partido morado que el PSOE había permanecido mudo durante las primarias laboristas, sin pronunciarse, y que solo cuando Corbyn ha ganado con ese aura de reivindicar un giro social, se apuntan a carro vencedor. La polémica navega por las redes.

Dos. Ideas. El concepto de patria. Cuando el secretario general del PSOE decidió rodearse de la enorme bandera de España, en el discurso de su postulación como candidato a las elecciones legislativas, en junio, para neutralizar las acusaciones de "radical" vertidas por el PP, en Podemos se vieron obligados a explicar su noción de patria, preguntados por todos los medios. Contestaron lo que vienen repitiendo hace un año: que la patria no es una bandera, sino defender los derechos sociales, la sanidad pública, las ayudas a los dependientes, y en definitiva, poner al Gobierno al servicio de la gente, sin que nadie quede atrás. Apenas hace unos días, el líder del PSOE -ya sin bandera- redefinió su concepto de patria. "Nuestra patria está en los colegios públicos los hospitales, las residencias para dependientes, los comedores escolares". Y claro, Pablo Echenique, secretario general de Podemos en Aragón, lo tuvo muy fácil para tirar de su característica ironía, en Twitter. "Que te copien una idea es un halago. Esto ya es amor del bueno ¿Veremos a @sanchezcastejon dejándose coleta?".

Tres. Liturgias. Podemos se nutrió del espíritu del 15-M y entendió que el óxido que bloquea a los partidos tradicionales tiene mucho que ver con las dificultades de los ciudadanos para participar en esas estructuras orgánicas. Es el único partido estatal que ha realizado unas primarias abiertas y las asambleas de sus círculos constituyen un símbolo de identidad. En el partido anti-austeridad todavía se sorprenden de cómo Sánchez les "copió" el formato y estableció sus asambleas abiertas con simpatizantes.