El expresidente balear Jaume Matas apenas ha estado treinta segundos ante el juez José Castro, al acogerse a su derecho a no declarar sobre el presunto amaño en la adjudicación del hospital de Son Espases, trama de corrupción incluida en el 'caso Palma Arena'. "Si no ha declarado es que no hay acuerdo" ha comentado el fiscal Pedro Horrach con quien la defensa de Matas trata de alcanzar un pacto, tras haber admitido el amaño la exconsejera de Salud, Aina Castillo, y el exgerente de Ibsalut, Sergio Bertrán.

Según se desprendió de sus declaraciones, Matas dio en un sobre las pautas para adjudicar el contrato a OHL por 740 millones de euros. Al trascender que se otrorgaría la obra a la oferta más cara, Matas dio la contraorden de dárselo a Dragados y se amparó en nuevos informes de colegios profesionales y del Consell Consultiu.

Según Castillo, Matas le dijo que, de no otorgar la obra a la empresa de Florentino Pérez, "habría un problema político. Al final, el hospital se adjudicó por 635 millones y tuvo sobrecostes que elevaron su coste a casi 800 millones.

Matas ha recibido en el juzgado un efusivo abrazo del presidente del Consell Consultiu de Balears, Rafael Perera, quien fue su primer abogado. Ya va por el sexto.

Quién sí ha declarado ante Castro ha sido Jesús Peinado, responsable de Global Media, empresa que hizo el estudio que otorgaba el contrato a OHL. Ha reconocido que la adjudicación del estudio se amañó y le pidieron que buscara otras dos firmas para concurrir y dar apariencia legal.