Dos trabajadores del servicio doméstico de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin estuvieron contratados por Aizoon, la sociedad que compartían los exduques de Palma. María Monalisa Nonosel y su marido, que han declarado este lunes como testigos en el juicio por el 'caso Nóos', fueron contratados en el 2006 por el matrimonio como empleados del hogar. Al crearse en el año 2007 Aizoon, ambos fueron dados de alta en la sociedad, aunque continuaron con sus tareas de cocina y limpieza, tal y como ha explicado Nonosel.

La testigo ha asegurado que durante el juicio ha sabido que su contratación en Aizoon fue como "auxiliar administrativa", aunque sus labores no cambiaron. La trabajadora doméstica ha afirmado que fueron ella y su pareja, Lucian Catalin Nonosel, quienes solicitaron la modificación en su contrato, que facilitaría el acceso a un crédito hipotecario. Poco antes, su marido había declarado que la propuesta fue de Urdangarin.

La contradicción entre los testigos ha motivado a la abogada de Manos Limpias, Virginia López Negrete, a solicitar un delito de falso testimonio para ambos. Sin embargo, el matrimonio ha coincidido en justificar su contratación y han dicho que además de trabajar en la vivienda de Urdangarin y la infanta, también realizaron algunas tareas en las oficinas de Aizoon, aunque fue "muy poca cosa", según Catalin.

"LA INFANTA NUNCA TUVO NINGUNA IMPLICACIÓN EN EL INSTITUTO NÓOS"

Otro de los testigos que ha testificado este lunes ha sido Ignasi de Juan Creix Breton, que fue integrante del comité de dirección del Instituto Nóos entre 2005 y 2006. El testigo ha querido desvincular a Cristina de Borbón de cualquier actividad de la entidad, aun sin ser preguntado por el abogado de Torres, quien en aquel momento le interrogaba. "La infanta nunca tuvo relación con nosotros, ni ninguna implicación en el Instituto Nóos", ha afirmado.

El testigo ha explicado que nunca tuvo acceso a temas financieros, que siempre había trabajado "en todas las organizaciones en las que he ocupado puestos similares". En este sentido, ha asegurado que "Torres y Urdangarin tomaban las decisiones, nosotros [los demás miembros del comité de dirección] éramos más consultores".

Ignasi de Juan también ha hecho referencia a algunos proyectos que el Instituto Nóos había planteado a la Generalitat de Catalunya, desde donde "vieron que el presupuesto no encajaba en como se estaba trabajando en Catalunya". El testigo ha especificado que para una de las propuestas que el Instituto Nóos presupuestó en un millón de euros, el gobierno catalán estableció en 300.000 euros el máximo que estaba dispuesto a pagar.

LOS TRABAJADORES FICTICIOS COMO TESTIGOS

Varias personas que estuvieron en plantilla en las empresas del entramado Nóos sin desempeñar ninguna función en ellas han declarado entre el viernes y este lunes. Lluís Álvarez y María Teresa de Sicart han indicado este lunes que no trabajaron nunca para estas sociedades pese a estar dados de alta en la Seguridad Social como empleados de estas. "Cobré unos 60 euros mensuales durante cuatro años sin trabajar", ha dicho de Sicart, que estuvo contratada por Aizoon.

María Covadonga y Mónica Guzmán han prestado declaración también en calidad de testigos y han asegurado que trabajaron desde casa y que el sobrino de Urdangarin, Jan Gui (quien testificará este martes), les hacía cada mes los pagos en efectivo en mano.