Al igual que ocurrió en la precampaña de las generales, a raíz delmúltiple atentado en París, el último zarpazo delterrorismo islámico, ocurrido en Bruselas el pasado martes, cuando varios suicidas causaron más de 30 muertes y al menos 270 heridos, marca la agenda política española y lasnegociaciones de investidura, por el momento infructuosas. ElPP y Ciudadanos aprovecharon este miércoles el episodio violento para intentar alejar al PSOE y Podemos, que mantiene su rechazo al pacto antiyihadista, pero ni los socialistas ni el partido morado entraron en esa dinámica, intentando trasladar unaimagen de consenso que ya había roto el centroderecha.

El PSOE emplazó a la fuerza liderada por Pablo Iglesias a sumarse al acuerdo, suscrito por la mayoría de siglas el año pasado, pero alabaron su actitud “constructiva” mostrada el día anterior, cuando Podemos participó en la reunión del pacto en calidad de observador. Los morados trasladaron su “absoluta condena” al terrorismo y pidieron unidad frente al fenómeno, al tiempo que reafirmaron su posición en contra de un acuerdo antiyihadistaque, entre otras medidas, persigue la captación de terroristas y el uso de internet con estos fines, así como prescribe la pena máxima para este tipo de delitos, que en la actualidad es la prisión permanente revisable. Es decir, la cadena perpetua. A juicio de los morados, estas modificaciones legales traen consigo un recorte de libertades y ponen demasiado énfasis en el enfoque criminal.

Los recientes atentados formaron parte de laconversación que Iglesias mantuvo con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, para acercar posiciones cara a unacuerdo de gobierno. Ambos dirigentes quisieron despejar cualquier polémica en su comunicado conjunto. “Compartimos la preocupación por la amenaza del terrorismo yihadista y estamos de acuerdo en defender la unidad de las fuerzas políticas por encima de cualquier diferencia”, dijeron. A finales del pasado noviembre, durante la precampaña, Sánchez, en cambio, había sido mucho más duro. "En la lucha contra el terrorismo no se puede ser solo observador. O se está o no se está", dijo entonces.

OBSERVAR O LUCHAR

“El desafío terrorista, sumado al reto de regenerar la democracia y la economía, nos obliga a consensuar un gobierno reformista a la altura”, escribió a primera hora de la mañana Albert Rivera en Twitter, presionando al PP y al PSOE para alcanzar unentendimiento a tres bandas que los primeros rechazan al poner como condición necesaria que Mariano Rajoy siga al frente de la Moncloa y los segundos porque reniegan de alianzas de este tipo con los populares. “Al terrorismo no se le observa; se lucha contra él”, dijo después a Efe, en referencia al rol del partido de Iglesias en la cumbre antiterrorista del martes, el líder de C’s, que busca que los socialistas abandonen los intentos, hasta ahora inútiles, de pactar con Podemos.

Al mensaje se sumó su número dos, José Manuel Villegas, para quien los morados han quedado invalidados para formar parte del Ejecutivo. “No se puede gobernar España sin tener claro que hace faltaunidad y consenso en la lucha contra el terrorismo”, dijo tras el minuto de silencio ante el Congreso de los Diputados en repulsa por los atentados.

PRESUNTA PERMISIVIDAD

El PP también sacó frente a Podemos gran parte de su artillería a través de sus líderes territoriales. El más duro fue el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, quien argumentó que estar en contra de algunas medidas del pacto antiyihadista venía a ser lo mismo que consentir la violencia islamista. “Ante el crimen no se puede estar de observador: o se está en contra o se permite”, sostuvo. La presidenta de Madrid, Cristina Cifuentes, reclamó a Iglesias que “combata de manera clara, rotunda y sin ambigüedades el terrorismo”.

Ninguno de estos intentos hizo mella en la relación entre los socialistas y el partido morado. Otra cosa es que ambas organizaciones se hayan acercado. La conversación que mantuvieron sus líderes solo sirvió para anunciar un cara a cara que tendrá lugar el próximo miércoles, coincidir en la necesidad de abrir un "nuevo tiempo" y mostrar que sus posiciones siguen estando muy alejadas, con Sánchez reclamando a Iglesias que se sume al pacto con Riverae Iglesias pidiendo a Sánchez que abandone a C’s y aborde ungobierno de coalición en el que el líder de Podemos sería el vicepresidente.