'El Periòdic d'Andorra' publica este sábado el quinto sondeo de la encuesta prohibida de las elecciones generales del 26-J, el primero que recoge el impacto de la victoria del 'brexit' en el referéndum sobre la salida del Reino Unido de la UE. Del total de 900 encuestas de la muestra, 300 se han hecho después de conocer el resultado de la consulta birtánica. Asimismo, todas las entrevistas se realizaron tras salir a la luz el 'Fernándezgate', las conversaciones del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el director de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, sobre una supuesta conspiración contra los partidos soberanistas en vísperas de la consulta del 9-N del 2014.

El rotativo andorrano ofrecerá este mismo sábado un último sondeo poco antes de la medianoche, unas nueve horas antes de que abran los colegios electorales en España. El martes se publicó laprimera entrega; el miércoles, la segunda; el jueves, la tercera, y ayer viernes, la cuarta.

Como ya hizo en anteriores contiendas electorales -las elecciones generales del 2008, las catalanas del 2010, las municipales del 2015 en Barcelona o las generales del pasado 20-D-, 'El Periòdic d'Andorra' ofrece a los electores un 'tracking' diario encargado al Gabinete de Estudios Sociales y Opinión Pública (GESOP) sobre las expectativas electorales, que en España está prohibido desde las 0.00 horas del pasado martes.

Esta paradójica situación es responsabilidad exclusiva de los partidos políticos con representación parlamentaria cuando en el 2011 se reformó la ley electoral y renunciaron a adaptarla a la nueva realidad digital, manteniendo el veto a publicar y difundir sondeos electorales desde cinco días antes de los comicios. Sin embargo, tanto los partidos (que están financiados con dinero público) como empresas encargan estos 'trackings' para conocer las tendencias de la última semana de campaña, unas tendencias que pueden ser decisivas para decantar la balanza en las urnas.

Con el sondeo diario de 'El Periòdic d'Andorra' se corrige esta situación y los ciudadanos acceden a la misma información que manejan las élites políticas y económicas.