El cabecilla de la trama Gürtel en Valencia, Álvaro Pérez, ‘el Bigotes’, admitió este viernes ante el tribunal que juzga el caso que es su firma la que aparece en una factura de 180 euros por “un obsequio” a la exministra de Sanidad Ana Mato, pero aseguró que para realizar cualquier gasto, incluso los que le producía su actividad laboral, necesitaba autorización de sus superiores, porque “no se fiaban” de él. También negó haber realizado el regalo.

Tras escuchar las preguntas que la fiscala AnticorrupciónConcepción Sabadell le tenía preparadas, a las que se negó a responder, el acusado para el que se piden cinco años y dos meses de cárcel por cohecho, comenzó a responder a su abogado, José Javier Vasallo.

Enseguida demostró que no es un acusado como los otros 36 que comparten banquillo con él. “Le pido, señor presidente, que si mi vehemencia me lleva al desastre, me avise usted. Si ve que se me escapa algún taco, me ata corto, presidente”, le dijo al magistradoÁngel Hurtado, quien le indicó que no se lo iba a permitir.

Todavía continuó: “Es que yo soy muy defensor del taco, como Camilo José Cela”. La vista se tuvo que interrumpir poco después, porque el acusado pidió ir baño. Se justificó diciendo que tiene “cáncer de próstata, aunque los medios no me crean”, para añadir que no podía llevar el temor a la sala.