Seis mil policías y guardias de los 10.300 que el Gobierno ha desplegado en Catalunya se alojan en los ferrys Rhapsody y Moby Dada, en Barcelona, y en el crucero Azzurra, en Tarragona. Tras las denuncias sobre sus condiciones a bordo, los servicios de los que disfrutan ha mejorado notablemente, tal y como cuenta 'Interviú'.

"Algunos salíamos al Mercadona a aprovisionarnos", explican. Ahora, "la comida ahora es bastante buena", relata un embarcado. En el Rhapsody, los desayunos son parecidos a los de un hotel: mejor café y muchas opciones, como bollería, cereales, fruta, yogures y huevos revueltos. Los almuerzos han cambiado y ahora hay pasta italiana, legumbres, y carne o pescado en salsa. De hecho, se establecen turnos, entre las 6 y las 9:30 para desayunar y entre 13 y 15 para comer.

La vida en cubierta, sin embargo, sigue siendo aburrida. La mayoría de los agentes mata las horas muertas corriendo alrededor de los muelles. Además también se proyectan películas, tres al día. 'Ocean’s Twelve', de George Clooney, fue uno de los largometrajes que se proyectaron.

Sin embargo, hay una queja general: "En esta barriga de metal" no hay wifi.

Los tres barcos, famosos por la polémica de Piolín, tienen parecida capacidad de alojamiento -1.638 pasajeros el Moby Dada, 2.480 el Rhapsody y 2.180 el Azzurra- y carga: quinientos vehículos cada uno.