El PP y Ciudadanos han tumbado este lunes el atajo tomado por el Gobierno de Pedro Sánchez para poder agilizar la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado para el 2019: una enmienda introducida a la ley de violencia de género con el objetivo de reformar la ley de estabilidad presupuestaria. Estas son las claves sobre la maniobra realizada por el Gobierno y los escenarios que se abren a partir de ahora:

1. Atajo para reformar la ley de estabilidad

El PSOE presentó el pasado martes, in extremis, ante la mesa de la Comisión de Justicia del Congreso una batería de enmiendas a la ley orgánica para la formación de jueces y magistrados en violencia de género. Entre ellas, coló una en la que proponía la reforma de la ley de estabilidad presupuestaria para retirar al Senado su capacidad de veto al objetivo de déficit, un paso previo necesario para que Sánchez pueda presentar el proyecto de ley de las Cuentas.

2. Treta habitual

La treta del partido de Pedro Sánchez, sin embargo, no es nada nuevo en la historia de la democracia española. Sin ir más lejos, el Ejecutivo de Mariano Rajoy la utilizó en numerosas ocasiones la pasada legislatura (14, según afirmaron los socialistas). El PSOE fue muy crítico con esta práctica entonces y llegó a llevarla al Tribunal Constitucional, que en el 2011 falló que no podía existir una "absoluta desconexión" entre la ley y la enmienda que se presentaba.

3. Rechazo de PP y Ciudadanos

Tras el paso dado por el PSOE, PP y Ciudadanos anunciaron su intención de revocarlo llegando, si es necesario, hasta el Constitucional. En un primer momento, el jueves el PP presentó una reclamación ante la Comisión de Justicia con el objeto de anular la enmienda; una petición que rechazó la comisión, controlada por los socialistas.

4. La Mesa aborta la maniobra

El último pulso ha tenido lugar este lunes, en la reunión de la Mesa del Congreso, y en esta ocasión la balanza se ha decantado del lado de PP y Cs. La Mesa, donde ambos grupos tienen mayoría, ha tumbado la maniobra realizada por los socialistas esgrimiendo precisamente la sentencia del Tribunal Constitucional del 2011 citada anteriormente. Este veto sin precedentes ha supuesto un jarro de agua fría para el PSOE, que consideraba que la enmienda prosperaría puesto que el órgano de gobierno del Congreso no suele ir en contra de lo acordado por las comisiones.

5. ¿Y ahora qué?

Los socialistas estudian las posibles alternativas, que pasan por intentar plantar una nueva batalla mañana martes en la Junta de Portavoces, donde sí cuentan con apoyos suficientes. Otra opción es seguir tramitando la reforma de la ley de estabilidad por la vía ordinaria, algo que dilataría como mínimo seis meses la aprobación de los objetivos de déficit. Por último, pueden optar por resignarse y trabajar con la senda del déficit prevista por Mariano Rajoy, algo que implicaría perder los 6.000 millones de euros extra concedidos por Bruselas.