Las relaciones entre Bélgica y España vuelven a tensarse por la crisis política en Cataluña. El Gobierno español ha llamado a consultas al embajador belga en Madrid, Marc Calcoen, por el malestar que ha generado una carta del presidente del Parlamento de Flandes, Jan Peumans, a la expresidenta de la Cámara catalana Carme Forcadell en la que cuestiona la democracia española. Un hecho que el Ministerio de Exteriores que dirige Josep Borrell considera «francamente hostil» y un «insulto».

Fuentes de la Moncloa confirmaron que el jueves la directora general de Europa Occidental, Central y Sudeste convocó a Calcoen para trasladarle el «profundo malestar por el contenido y los términos de la carta» del presidente de la Cámara de Flandes a Forcadell en su «calidad de representante institucional».

Asimismo, un representante del Gobierno español, el encargado de negocios de España, se reunió en la sede del Ministerio de Exteriores belga con la Dirección General de Europa de este país. El Ejecutivo de Pedro Sánchez entregó una copia de la misiva de «protesta» que ha hecho llegar el encargado de negocios de España en Bélgica a Peumans.

«Podemos confirmar que nuestro embajador ha hablado con las autoridades españolas», ha explicado un portavoz del Ministerio de Exteriores belga a este diario. «Pero no vamos a entrar en los detalles de la conversación. Solo puedo decir que la posición de Bélgica la decide el Gobierno federal y no el señor Peumans», ha añadido. Según la misma fuente, el contacto entre el diplomático belga y los representantes del Gobierno español se produjo hace unos días. En dicha entrevista, asegura la prensa belga, el alto funcionario español le transmitió a Calcoen la consternación de Exteriores por el posicionamiento de Peumans.

SALIDA DE LA UE / En la misiva, que fue entregada en mano por el eurodiputado de la N-VA, Mark Demesmaeker, el pasado 7 de septiembre a Forcadell durante una visita que le hizo, junto a otros eurodiputados, en la cárcel de Mas d’Enric (Tarragona), Peumans transmite a la política catalana su pleno apoyo. Dice que desde hace un año, en que se encontró con ella en Bruselas durante una entrega de premios en el Centro Maurits Coppieters, la situación de la democracia «ha empeorado en Cataluña» y que «la violencia utilizada durante las elecciones fue solo la expresión más escandalosa de una política no democrática».

Es más, asegura que «mantener a políticos arrestados durante meses es un acto todavía más insidioso» y «una prueba de que el Gobierno central en España no es capaz de cumplir las condiciones para formar parte de una UE moderna y democrática». Por todo ello, muestra su apoyo a Forcadell. «Espero que usted y los demás políticos catalanes detenidos sean puestos en libertad porque es absolutamente inaceptable que haya políticos detenidos por sus opiniones».