Flexibilizar las políticas de obtención de permisos y mejorar el sistema de acogida o "expulsar a todos los inmigrantes ilegales" y reforzar la presencia de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en la frontera sur. La polarización de las posturas de los diferentes grupos políticos no se limita a la cuestión catalana, sino que extiende al resto de temas cruciales como pensiones, impuestos, salario mínimo o el fenómeno migratorio. Dependiendo de quien llegue a la Moncloa el 28-A, pues, la política migratoria de los próximos años irá dirigida en una de estas dos líneas.

INMIGRACIÓN "LEGAL Y ORDENADA"

Hace unos días, Rocío Monasterior, líder de Vox en la Comunidad de Madrid mostró su preocupación poque veía "manadas de mangrebíes". Así pues, la propuesta de la ultraderecha se basa en deportar a todos los inmigrantes "ilegales" junto con aquellos que hayan cometido algún delito, además de endurecer el proceso para regularizar la situación de las personas inmigrantes y jerarquizar la acogida, dando preferencia a aquellos nacionales de países "que comparten idioma e importantes lazos de amistad y cultura con España". En la misma línea, los populares apuestan por "poner freno a la inmigración ilegal" haciendo regresar a sus países también a los Menores No Acompañados (MENA). A juicio de los de Casado, que quieren que la llegada de inmigrantes sea "legal y ordenada", la acogida de inmigrantes quedaría sujeta a las demandas del mercado laboral. Con una excepción: a los venezolanos sí que se les facilitaría un permiso de residencia temporal y un permiso de trabajo. Tanto los conservadores como los ultraderechistas coinciden en la necesidad de reforzar la frontera sur de España y dotar a las fuerzas de seguridad del Estado de más medios y recursos.

CIERRE DE LOS CIES

Tanto Junts per Catalunya como Unidas Podemos, se mueven en el otro lado del eje. Apostan por impedir la repatriación de los MENA y facilitar la regularización de los inmigrantes que se encuentran en una situación irregular. Ambos coinciden en la necesidad de cerrar los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEs). Sin embargo, el partido de Sánchez y Borràs pretende sustituirlos por "espacios de acogida bajo tutela de entidades sociales". Los de Iglesias, por otro lado, consideran necesario reforzar el Servicio de Salvamento Marítimo y proteger el trabajo de las ONGs cuya función es salvar vidas en el mediterráneo.

El PSOE y Ciudadanos plantean un programa más discreto respecto a la cuestión migratoria, sin llegar a mojarse demasiado. Los naranjas, que aún no han hecho públicas sus propuestas electorales, proponían en sus '350 soluciones para cambiar España a mejor' "la integración de los inmigrantes con obligaciones y derechos recíprocos" mientras que los socialistas lanzan la pelota al tejado de la Unión Europea y consideran que es necesario establecer una política común de acogida, además de apostar por el fortalecimiento de las relaciones diplomáticas con los países emisores de inmigrantes, contribuyendo a su desarrollo y ayudando en la lucha contra las mafias que se dedican al tráfico de personas.

AÚN SIN PROGRAMA

Quien a pesar de haber comenzado ya la campaña electoral tampoco han hecho publico aún su programa es Esquerra Republicana. "Reforzar el modelo catalán de ciudadanía, abierto a gente de todas las procedencias y respectuoso con los sentimientos de pertinencia de todo el mundo", manifestaron en el documento 'Compromiso con la libertad' que avanzaron el pasado lunes, lo que puede entenderse como un reproche a los que afirman que "la sociedad catalana está dividida". Sin embargo, teniendo en cuenta la postura que ERC siempre ha mantenido respecto a la acogida de inmigrantes y refugiados, podemos fácilmente intuir que se acercará bastante a la de UP y JxCAT. En el programa de las pasadas elecciones catalanas del 21D, reafirmaron su apuesta por la integración a través de la lengua y facilitando "la presencia en espacios públicos de personas de distintos orígenes culturales".