Tras unos días de discreción respecto a la Monarquía, el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, aseguró ayer que en España el «espíritu republicano» está ganando fuerza y que en el horizonte se vislumbra una «república plurinacional y solidaria». Tal vez no dentro de poco, matizó, pero sí a «medio o largo plazo». Aun así, el líder de Unidas Podemos (que ayer mantuvo un encuentro privado informal con Zapatero en El Escorial) reconoció que actualmente no se dan las mayoría necesarias para hacer una reforma de tanto calado en la Constitución.

Con todas las informaciones publicadas recientemente sobre el rey emérito Juan Carlos I encima de la mesa, el secretario general de Podemos fue preguntado por la posibilidad de una reorganización del modelo territorial del Estado. Iglesias aprovechó para defender la necesidad de dar paso a una nueva etapa en la que se deje atrás a la monarquía.

«Es lógico que gente de veintitantos años, de treinta y tantos años y de cuarenta y tantos años no entendamos que este país no tenga un jefe del Estado que se le elija democráticamente», explicó antes de señalar que es necesario «algo más moderno, más avanzado y más racional». No obstante, reconoció que la actual composición del Congreso hace imposible una «reforma constitucional de calado». Todo pasa, dijo, por que la «derecha republicana» se haga visible.

Horas antes, la vicepresidenta Carmen Calvo había asegurado en el Congreso que el Gobierno de coalición entre el PSOE y Podemos «no tiene previsto ningún referéndum» sobre la monarquía.

Quienes sí emprendieron una nueva vía contra Juan Carlos I fueron varios partidos nacionalistas y republicanos que solicitaron ayer la creación de una comisión de investigación en el Congreso centrada en las empresas públicas que construyeron el AVE a la Meca y las posibles comisiones que pagaron al rey emérito. Una forma, para esquivar la inviolabilidad del monarca. H