La Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional ha fijado el próximo 22 de enero para deliberar y resolver el último intento del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, su esposa y sus hijos contra el auto del juez José de la Mata que propone juzgarles por formar una organización criminal que, aprovechando su posición privilegiada de ascendencia en la vida política, social y económica catalana durante décadas, acumuló un patrimonio desmedido directamente relacionado con actividades corruptas. El ponente de la resolución que se adopte será el magistrado Carlos Fraile, según la diligencia de ordenación a la que ha tenido acceso este diario.

Los magistrados deben resolver los recursos de apelación presentados por los Pujol frente a los que se oponen la fiscalía, la Abogacía del Estado y la acusación que ejerce Podemos. Con ellos la familia del expresidente catalán pretende neutralizar la resolución en la que el juez concluyó que él, su mujer, Marta Ferrusola, y sus siete hijos, con la ayuda de otras 18 personas, como Mercé Gironés, exmujer de Jordi Pujol Ferrusola, con el que se inició la investigación de la causa, o los empresarios Luis Delso, Carlos Sumarroca Coixet y Carlos Sumarroca Claverol, cometieron los delitos de organización criminal o asociación ilícita, blanqueo de capitales, contra la Hacienda Pública y falsedad documental.

Pese a la confesión del 'expresident', "no existen indicios sólidos que acrediten" que el patrimonio acumulado por la familia provenga "de una herencia familiar procedente del abuelo Florensi Pujol Brugat", decía el juez, que destacaba que toda la familia "niega tener conocimiento del lugar donde estuvo el legado; la entidad o entidades bancarias; el momento y forma en que llegó a Andorra, y la cuenta o productos financieros en que estuvo invertido (más allá de meras generalidades)".

Pagaos a cambio de influencias

El origen de los fondos estaba, sostenía el magistrado, en los pagos ilícitos realizados por terceras personas, en su mayor parte vinculadas a distintas empresas, que realizaban pagos millonarios a la familia, disimulados bajo distintas estructuras societarias más o menos sofisticadas y utilizando diferentes paraísos fiscales y fórmulas contractuales. Y ello a cambio de "de concretas influencias por parte de la familia Pujol Ferrusola en adjudicaciones, cambios de calificación urbanística, adjudicación de concesiones, etc., a lo largo y ancho del espacio geográfico catalán" o "simplemente para congraciarse" con ella y "hacerse acreedores de futuras adjudicaciones y favores políticos y contractuales".