Los Mossos d'Esuadra han detenido este martes al rapero Pablo Hásel, que se había encerrado este lunes en el claustro de la Universitat de Lleida para evitar su ingreso en prisión, ordenado por la Audiencia Nacional. Decenas de agentes de los Mossos d'Esquadra habían entrado en el recinto de la universidad cuando faltaban pocos minutos para las 07.00 horas de este martes con el objetivo de detener a Hásel, que se encontraba junto a un grupo de personas que le dan apoyo. Estas personas habían formado un cordón humano para dificultar el arresto. Tras el arresto, los agentes han conducido al rapero fuera del recinto universitario.

Antes de entrar en el coche de los Mossos, que previsiblemente le llevará a dependencias judiciales para su posterior ingreso en prisión, el rapero se ha dirigido a sus partidarios y a los medios de comunicación que captaban el momento y ha gritado: "Muerte al Estado fascista".

Un fuerte dispositivo policial, formado por decenas de agentes de los Mossos y una veintena de furgonetas de la Brigada Móvil, se ha desplegado desde las 6.30 horas de este martes en las inmediaciones del rectorado para proceder a la detención de Hasél, cuyo plazo para ingresar voluntariamente en prisión finalizó el pasado viernes. Hasel se encerró este lunes en el edificio del rectorado de la Universidad de Lleida "para ponérselo a la Policía lo más difícil posible" ante su inminente detención y con el objetivo, según declaró a Efe, de visibilizar lo que considera como un "gravísimo ataque" contra las libertades.

La policía, no obstante, ha podido sortear con facilidad las barricadas que habían situado en las entradas del edificio el medio centenar de activistas encerrados junto a Hasél en el rectorado, que han sido arrinconados por los agentes para proceder a la detención del cantante. Los activistas se han refugiado en la tercera planta del edificio mientras lanzaban algunos objetos a los agentes, aunque finalmente han sido encapsulados por los policías, que han procedido a su identificación. Según fuentes policiales, el único incidente se ha producido cuando algunos concentrados han vaciado el contenido de un extintor sobre los agentes.

En el interior del edificio se encontraban también numerosos periodistas y reporteros gráficos que han pasado la noche junto a los activistas y el propio Pablo Hasél.

El pasado viernes expiró el plazo que dio la Audiencia Nacional para que el cantante ingresara voluntariamente en prisión. El rapero leridano, que fue condenado por el contenido de una sesentena de tuits y una canción en los que incurre en delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona, ya había advertido de que para que entrara en prisión tendrían que "secuestrarlo". Y este lunes, al encerrarse en el claustro, se ratificó: "Tendrán que reventarla para detenerme".

El abgoado del rapero, Diego Herchhoren, ha declarado en Catalunya Ràdio que Hasél "está haciendo un acto de desobediencia. Su caso pone de manifiesto las carencias democráticas del Estado". Herchhoren ha valorado también la actuación de los activistas que se han movilizado para defender a Hasél: "Las personas que se han atrincherado con él se pueden exponer a sanciones. La represión también tiene estos efectos colaterales".

Varios centenares de personas arropan a Hasél. En Twitter algunos de ellos han dado cuenta de la entrada de los Mossos y expresan su disposición a combatir esa detención.