El cierre perimetral de la Comunidad de Madrid para la Semana Santa aprobado por el Consejo Interterritorial de Salud ha entrado en vigor este viernes y permanecerá vigente hasta el próximo 9 de abril, con la intención de restringir la movilidad entre comunidades autónomas y así contener los contagios de coronavirus. El cierre perimetral está sujeto a las excepciones del decreto de estado de alarma del pasado 25 de octubre, como acudir al trabajo o al médico y la realización de exámenes, ente otras.

La región madrileña levantó el pasado lunes el cierre perimetral por el puente de San José acordado hace dos semanas por una amplia mayoría de comunidades en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS).

Madrid se opuso a cerrar también en Semana Santa, pero luego acabó pidiendo al Tribunal Supremo que mantuviera el cierre perimetral por "prudencia", según hizo constar en sus alegaciones al recurso presentado por Vox contra el cierre perimetral de todas las comunidades, excepto Baleares y Canarias. El Gobierno regional reconoció que levantarlo era inviable ahora "por razones de certeza para los ciudadanos" y el Supremo, atendiendo también las alegaciones de la Abogacía del Estado (que no se había concretado el perjuicio irreversible que causaría el decreto) rechazó la suspensión cautelar solicitada por Vox.

Así mismo, hasta el 29 de marzo hay limitaciones de movilidad en Morata de Tajuña y hasta el 5 de abril en Chamartín (Núñez Morgado), Fuencarral-El Pardo (Virgen de Begoña), Majadahonda (Valle de la Oliva) y Navacerrada.

Más allá de estas restricciones de movilidad en lugares puntuales, toda la Comunidad de Madrid permanecerá cerrada. Para evitar los desplazamientos no justificados durante la Semana Santa y reforzar la vigilancia en la región, la Delegación del Gobierno ha dispuesto 4.818 agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Estos agentes efectuarán labores de seguridad vial, vigilancia en el aeropuerto y controles de movilidad. La Guardia Civil también desplegará a 867 agentes en la sierra de Madrid para vigilar que se cumplan las medidas sanitarias ante el previsible aumento de visitas de madrileños a esa zona.

Seguirán en vigor durante la Semana Santa las medidas que llevan tiempo aplicándose en la región, como el toque de queda de las once de la noche a las seis de la madrugada y el cierre de los establecimientos de hostelería a las once de la noche, aunque no podrán admitir nuevos clientes desde una hora antes. La ocupación máxima por mesa seguirá siendo de cuatro personas en espacios interiores y de seis personas en terrazas al aire libre. También sigue vigente la prohibición de reuniones de personas no convivientes en domicilios, salvo excepciones, como las parejas y matrimonios que vivan en domicilios distintos o las personas que viven solas, que podrán reunirse con una única unidad de convivencia.