El Ministerio de Sanidad contempla abril como el mes clave para el despegue de la vacunación en España, gracias a la llegada de los sueros de Janssen, con los que se conseguirá la inmunización con una sola dosis, y de nuevas remesas de las otras tres vacunas autorizadas, a razón, como mínimo, de un millón por semana.

En la víspera de abril y con el inicio de la Semana Santa, la consigna es clara desde Sanidad y las comunidades autónomas: la vacunación debe ir a toda prisa porque es fundamental para mitigar los efectos de la trasmisión y mortalidad ante una posible cuarta ola, que ya avanza en algunos países de Europa.

En este escenario, el mes de abril resulta clave en la vacunación y para iniciarlo España tiene 1,9 millones de dosis, un excedente en parte provocado por el parón con AstraZeneca, cuyo fondo pendiente de inocular es actualmente es unos 590.000 sueros -de los 2.060.500 distribuidos hasta el momento- a la espera de que aumente con la llegada a España de las nuevas dosis comprometidas por la farmacéutica.

España recibirá en abril, como mínimo y sin contar las remesas de AstraZeneca que lleguen, más de 5 millones de antídotos de Pfizer y Moderna, a los que se sumará Janssen, con un primer lote de 300.000 sueros que permitirán dar un pequeño empujón en el cómputo de inmunizados. Pero no será hasta mayo cuando se dará un gran salto diario en la inmunización con la llegada de 1.300.000 dosis de Janssen, que se agrandará en junio con otras 3.900.000 vacunas, lo que supondrá que España podrá inmunizar 5,5 millones de personas en el tercer trimestre solamente con este antídoto.

En abril, aproximadamente a mediados de mes, también se comenzará a inocular la segunda dosis de AstraZeneca para la inmunización, vacuna con una pauta de entre 10 y 12 semanas entre suero y suero. Las primeras dosis de la farmacéutica anglo-sueca se empezaron a administrar a mediados de febrero.

En la última semana España ha registrado lo que podría ser un adelanto en la dinámica de vacunación para los próximos meses, tras registros diarios en los que se ha superado las 200.000 inoculaciones. Aunque aún es difícil establecer una proyección ya que la campaña vacunal ha discurrido desde diciembre con subidas y descensos abruptos, provocados en algunas ocasiones por la escasa llegada de vacunas o por la falta de engranaje de las comunidades en los planes de vacunación. Con un ritmo de 150.000 personas al día, España podría tener a comienzos del otoño a algo más de 30 millones de personas con alguna dosis de las vacunas y por lo tanto con alguna protección frente a la covid-19, teniendo en cuenta que a los antídotos de Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Janssen se podrían sumar otros, en función de las decisiones de la UE. Lo que, previsiblemente, no cambiará estos meses en España será la asimetría en el ritmo de vacunación y la decisión de que se inmunicen a determinados colectivos, en función de la edad, antes que a otros.

La estrategia de vacunación está organizada desde el pasado mes de febrero por edades y no por colectivos profesionales, y hasta ahora se han definido cuatro grandes grupos: mayores de 80 años que no viven en residencias (los residentes en estos centros ya están inmunizados en la primera fase del plan); de 70 a 79 años; de 60 a 69 años (a continuación se vacunará a los menores de 60 años con condiciones de riesgo de padecer covid) y por último, el grupo de 45 a 55 años.

El Consejo Interterritorial de Salud debate este miércoles la última propuesta de la Comisión de Salud Pública: utilizar la nueva vacuna de Janssen de forma paralela a Pfizer y Moderna para incrementar el ritmo de vacunación de los grupos de más edad, ya que hasta ahora la inmunización del grupo de personas de 70 años había quedado en el aire.