Un juez militar israelí rechazó este jueves la petición de libertad condicional para la trabajadora humanitaria española Juana Ruiz Sánchez, acusada de "pertenencia a una organización ilegal" y que deberá seguir en prisión, informó a Efe su abogada, Gaby Lasky, que presentará una apelación a la corte.

"El juez decidió mantenerla arrestada hasta el fin de su juicio", que comenzará el próximo 2 de junio, informó la letrada, que apelará la decisión la semana que viene, tras celebrarse hoy la octava vista sobre el caso de esta mujer, residente en Cisjordania desde hace más de 35 años y arrestada por Israel desde hace un mes.

El magistrado no consideró que por ahora haya "evidencias suficientes para encontrarla culpable", pero aseguró que el peso de los cargos contra ella "eran suficientes para que dejarla detenida". Según Lasky, lo usual en las cortes militares israelíes -que se aplica a los palestinos del territorio ocupado de Cisjordania- es que se mantenga "arrestados a los acusados hasta acabar su juicio", por lo que la decisión de hoy "no fue la excepción".

Ruiz Sánchez, de 62 años y coordinadora de proyectos en la ONG palestina Comités de Trabajo para la Salud, fue acusada la semana pasada de cinco cargos por la Justicia militar. Israel acusó a la entidad donde está empleada de desviar fondos europeos a la actividad del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), que considera terrorista, igual que la UE o EEUU.

En base a su pertenencia a los Comités, Ruiz Sánchez fue acusada también de "participar en actividades de una organización ilegal" y de "formar parte de la junta directiva de una organización ilegal". Asimismo, por su tarea de recaudación para la ONG, también fue acusada "recibir e introducir dinero en los territorios palestinos" y de "recibir dinero con falso propósito".

La presentación de cargos formales se produjo tras más de tres semanas en que la ciudadana española permaneció detenida para ser interrogada sin saber los supuestos que le imputaban. Israel denunció la semana pasada que el FPLP opera una red de organizaciones humanitarias en Cisjordania, entre las que destacaron a los Comités y que, a través de un mecanismo de fraude, falsificación y tergiversación de documentos, desvía al grupo fondos que países europeos donan como cooperación internacional.