Tras el acuerdo para un Govern de coalición entre ERC y Junts, el Ejecutivo de Pedro Sánchez confía en que las aguas no se muevan demasiado, en lo que afecta a la gobernabilidad, en su relación con los de Oriol Junqueras en Madrid. En la medida en que los republicanos preserven su posición de independencia respecto a Junts per Catalunya en el Congreso, que es lo que esperan los socialistas, la estabilidad hasta final de legislatura quedaría afianzada. Con la ventaja, además, de que quien encabezará el futuro Govern será ERC, totalmente favorable al entendimiento con el Gobierno y con la consecución de los trabajos en la mesa de diálogo, que solo llegó a reunirse una sola vez, en febrero de 2020, antes del confinamiento general por el covid.

El secretario de Organización del PSOE y ministro de Transportes expresó ese cierto alivio este lunes de su partido tras la reunión de la ejecutiva federal, presidida por Sánchez en Ferraz. "Es lógico, normal y legítimo que ningún pacto de gobierno presuponga despojar de la autonomía a los grupos parlamentarios correspondientes. Entiendo que es lo propio. No podría pensar en una opción distinta", sostuvo José Luis Ábalos en rueda de prensa.

Para el Ejecutivo, este punto era clave. Que ERC no transigiera con la presión de JxCat para desplegar una estrategia conjunta en Madrid, lo que habría endurecido la posición de los republicanos y complicado las cosas al Gobierno. Ya un Ejecutivo en solitario de Pere Aragonès podría facilitar más la interlocución con la Generalitat, si bien en el equipo de Sánchez advertían de que un Govern "inestable" y sometido a las "trampas" de Junts era un riesgo. Ahora, el Gobierno está a la espera de los "detalles" del acuerdo entre ERC y Junts, que no se conocían a mediodía, cuando Ábalos compareció en Ferraz.

El Ejecutivo mantiene abierta "la vía de diálogo con ERC". "Si no se ha avanzado más ha sido por la campaña electoral y por el proceso de investidura. Son elementos que lógicamente no permiten ese diálogo que teníamos con ERC. Obviamente, esperamos una situación de estabilidad propicia como para poder seguir manteniendo este diálogo que ya teníamos en marcha", remachó el número tres de la nomenclatura socialista.

El reto inmediato, tras la constitución del nuevo Govern, será reunir de nuevo la mesa de diálogo. Pero el Ejecutivo tiene pendientes dos cuestiones. De un lado, la reforma de los delitos de sedición y rebelión, y de otro, la concesión de los indultos a los líderes del 'procés'. En este caso, todo apunta a que se concederán las medidas de gracia -falta aún el informe del Tribunal Supremo, que se espera negativo, como lo fue el de la Fiscalía-, pero en la Moncloa no dan nada por absolutamente cerrado.

Como era esperable, Ábalos lamentó que los independentistas impidieran al exministro Salvador Illa, el vencedor de las elecciones del 14-F, presentarse a la investidura. Y expresó su rechazo a que se siga "insistiendo" en la vía secesionista, en lugar de apostar por un Govern de izquierdas, que hubiera desplegado "políticas sociales". La fórmula de la coalición de ERC y Junts, dijo, es "conocida", y es "la misma" que la que condujo a Catalunya a elecciones anticipadas. Así, "priorizar el independentismo no es lo más ajustado", remachó el ministro, más ahora que el sentimiento separatista está cayendo, según las encuestas.

Las razones del PP para no renovar el CGPJ, "excusas tremendas"

Los socialistas siguen llamando al PP a negociar la renovación del Consejo General del Poder Judicial, aún pendiente, pese a que el mandato del actual órgano venció en diciembre de 2018 y pese a que ya está en vigor la ley que recorta sus poderes cuando se halla en funciones. Este lunes, el presidente del PP, Pablo Casado, advertía que si no hay cambio en el sistema de elección del CGPJ, para que los jueces elijan a los jueces, no habrá pacto con el Gobierno.


Según denunció el secretario de Organización del PSOE, el PP "nunca" ha aceptado el resultado de las urnas, en las generales, que obligan a "resituar" las instituciones. "Es un desprecio, es no querer asumir que está en la oposición", cuando lo que está en juego es cumplir "un mandato constitucional", que "no es una opción, sino una obligación". "Siempre se buscan alguna excusa. Lo lamentable es que no nos hayamos percatado de que todo son excusas tremendas", sentenció José Luis Ábalos.


El ministro de Transportes recordó que el Gobierno del PP procedió en 2013 a la renovación del CGPJ y no cambió la ley para que los jueces se elijan a sí mismos. "No veo por qué tienen que cambiar las reglas del juego cuando son ellos los que pierden las elecciones", aseguró, dejando claro que no habrá cambio de la norma, como exige Casado. Para los socialistas, lo que está "claro" es que a los conservadores no les importa "xige Casao. desprestigiar al Poder Judicial, y que esté paralizado". "Nos lleva al descrédito y a la deslegitimación de las instituciones. Poco constitucionalismo hay", subrayó.


Pese a todo, el Gobierno no recuperará la proposición de ley que cambiaba las mayorías para elegir a los 12 vocales del turno judicial del CGPJ. Ya la enterró, como le demandaba Bruselas. Ábalos repitió este lunes que no se retomará esa iniciativa. "Pero ello no obsta para que sigamos insistiendo al PP. No podemos validar una situación de bloqueo, tenemos que seguir apelando a su obligación política de asumir el resultado de las elecciones [...]. Perder el poder no significa romper con todo el sistema institucional".