El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha defendido este viernes que España sea valiente y se abra a la inmigración porque cree que es el único remedio para hacer frente a la despoblación.

Zapatero ha abogado por iniciar un nuevo proceso de regularización y de apertura a los inmigrantes en su intervención en la IV Feria Nacional para la Repoblación de la España Rural, que se ha celebrado en Soria.

El exjefe del Ejecutivo ha pedido que se aborde el problema del reto demográfico con una actitud abierta, cambiando de mentalidad y siendo conscientes de que la solución sólo puede venir de la mano de la llegada de personas de otros países.

Ha asegurado que las grandes potencias del mundo lo son gracias a la inmigración y, por ello, se ha mostrado convencido de que si España no se abre de verdad a ella, no tiene ninguna oportunidad ante el reto demográfico y la despoblación.

Sin los inmigrantes ha advertido de que no sólo España, sino toda la Unión Europea, no va a tener fuerza laboral y podrá ser "una región rica, pero decadente". "Vamos a necesitar más. Podemos ponernos un antifaz y decir que no quiero saber de eso, pero el problema es muy difícil, muy estructural y -ha precisado- exige decisiones de país muy valientes".

En esa línea, ha insistido: "Yo quiero un país abierto a la inmigración. Ese es el futuro para que España sea un país fuerte y pueda mantener su nivel de desarrollo. Hay que saber decirlo y luego no rasgarse las vestiduras cuando vemos lo de Ceuta". Tras lamentar la hipocresía de que se quiera la inmigración pero sólo para trabajos como el cuidado de mayores, ha resaltado que a España le ha ido "extremadamente bien" con la inmigración, que ha afirmado que ha llegado a aportar la mitad del crecimiento del PIB del país.S

Apuesta por la industria agroalimentaria

Junto a la apertura a los inmigrantes, Zapatero ha considerado esencial también frente a la despoblación el fomento de la industria agroalimentaria, ya que cree que España puede ser líder mundial de exportación en ese sector ante las necesidades crecientes en otros continentes. El expresidente del Gobierno ha calificado de "rémora" del franquismo el elevado número de ayuntamientos y entidades locales menores en muchas regiones.

Es consciente de la dificultad de fusionar ayuntamientos, pero ha abogado por impulsar al menos las mancomunidades para permitir la prestación de servicios. Asimismo, ha instado a avanzar en el proceso de descentralización de los órganos administrativos del Estado.

En el evento han intervenido también Pedro Sánchez y el líder del PP, Pablo Casado, quien ante la alianza por la despoblación que ha ofrecido el presidente del Gobierno, le ha reprochado que no haya aceptado ninguno de los pactos de Estado que le ha ido ofreciendo. También ha aprovechado para criticar los indultos que da ya por hechos para los líderes del procés independentista.

Ante esas posiciones, Zapatero ha señalado que es más difícil ser líder de la oposición que presidente del Gobierno porque es complicado encontrar su hueco. Pero ha defendido la gestión del Ejecutivo ante la pandemia y las medidas de escudo social adoptadas y ha considerado que, frente a los datos de la recuperación, la oposición "lo tiene difícil".

Zapatero ha rechazado también las críticas que se vierten sobre la política actual respecto a épocas pasadas de la etapa democrática y ha considerado que siempre se sobrevalora lo anterior y se menoscaba lo presente.