No habrá referéndum de autodeterminación, intentará que los Presupuestos Generales del Estado estén aprobados antes de finalice el año y sigue sin ser una "prioridad" para él una remodelación del Ejecutivo. Pedro Sánchez fijó esas tres ideas claves este jueves en una entrevista en 'Al rojo vivo' (La Sexta). Justo un día después del pleno en el que explicó los indultos a los presos del procés y en el que solemnizó que "nunca jamás" el PSOE aceptará una consulta sobre la independencia de Cataluña. Pero, después de que el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, dejara rodar la pelota, dudando de su palabra -"También dijo que nunca habría indultos, así que denos tiempo"-, tenía que volver a apuntalar uno de los ejes de su discurso. Y es que la derecha se sirvió de ese comentario del dirigente republicano para recalcar que Sánchez es un "mentiroso" al que "no se creen ni sus socios", según lo expresó Pablo Casado.

Ya a primera hora, en RNE, la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, había respondido a ERC que el PSOE "nunca" permitirá una consulta sobre la independencia de Catalunya: "Rufián sabe perfectamente que el presidente no va a estar nunca en ninguna ruptura de la legalidad de este país ni en el acompañamiento de un referéndum de autodeterminación". En La Sexta, Sánchez intentó también ser "claro y meridiano". ¿Nunca aceptará un referéndum? "Absolutamente", respondió al periodista Antonio García Ferreras. Recordó que los independentistas suelen afirmar que la democracia española es de "mala calidad". Por esa regla de tres, esgrimió, también lo son la de Alemania, la de EEUU o la de Italia, que también prohíben la segregación de un territorio. Además, la autodeterminación es "matemáticamente imposible", ya que una reforma del artículo 2 de la Carta Magna obligaría a una aprobación por dos tercios de Congreso y Senado, lo que requeriría del concurso no solo del PSOE, sino del PP.

Para Sánchez, pues, hablar de autodeterminación "es un absurdo". Y no solo por razones legales, sino también por "convicción política", ya que un referéndum "llevaría al socavamiento" de aquello que él pretende recuperar, la "convivencia" en Cataluña y con el conjunto de España. Razonó que uniría a todos a votar en una jornada, pero al día siguiente la fractura quedaría agravada. Es decir, una consulta separatista iría "contra la convivencia" en Cataluña, en dirección contraria a lo que ha buscado con los indultos. Su demanda, ahora que la medida de gracia está aprobada -y que pedían, recalcó, distintos sectores de la sociedad catalana, independentistas o no-, es que el Govern abra un proceso de diálogo con la Cataluña que no comulga con el secesionismo y que "no puede ser invisibilizada". Algo que ya reclamó, reseñó, a Pere Aragonès en su despacho del pasado martes en la Moncloa.

Sánchez garantizó que si los independentistas vuelven a saltarse la legalidad, "se aplicará de nuevo la ley". Pidió diferenciar entre las "palabras y los hechos", entre las soflamas y las actuaciones, porque hasta el momento él no ha escuchado a "ningún líder" separatista cometiendo una ilegalidad, por mucho que sigan reivindicando la autodeterminación y la amnistía.

"Somos muy claros"

El jefe del Ejecutivo fue preguntado por las palabras de Calvo en RNE en las que no descartó de plano un referéndum en toda España sobre el encaje de Cataluña, haciendo uso del artículo 92 de la Constitución, aunque a renglón seguido afirmó que el Gabinete de coalición "no está en eso". "No hay que interpretar lo que ha dicho la vicepresidenta. Desde el Gobierno somos muy claros. Si vivimos juntos, decidimos juntos, y el derecho de autodeterminación tal y como lo concibe el independentismo no existe en el encaje constitucional", contestó Sánchez, sin aclarar si esa puede ser la salida. El lunes, en la SER, también hizo esa misma afirmación: que si los españoles "vivimos juntos, tendremos que decidir juntos, el conjunto de la ciudadanía española, sobre qué queremos que sea España".

De nuevo, Sánchez mostró su "comprensión" con los que tienen "reparos" hacia un ejercicio de "perdón" que en absoluto es equivalente a una amnistía, puesto que no se "olvida" lo hecho, el quebrantamiento de la legalidad en el otoño de 2017. No es una amnistía, que es "inconstitucional" y es lo que reclama el soberanismo. Y repitió que la democracia española demuestra su "fortaleza" con medidas de "magnanimidad" enfocadas a la recuperación de la convivencia.

El presidente pintó a un PP "echado al monte", obstinado en su bloqueo a la renovación de los órganos constitucionales, liderando la oposición "más furibunda de Europa", defendiendo unos discursos cuyo "copyright" no es atribuible a Casado. La "propiedad intelectual" de las palabras del jefe de los conservadores o de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, es de José María Aznar, que es "puro rencor, pura soberbia". Un expresidente que ni siquiera "ha pedido perdón", deploró, por haber metido a España en la guerra de Irak de 2003 después de haber "mentido a los españoles".

Sánchez ya resolvió parte de la continuidad de su Gobierno con la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2021. Con ellos tiene una tabla de seguridad prácticamente hasta final de legislatura. Pero el presidente quiere disponer de unas nuevas cuentas para 2022. Hacienda ya trabajaba sobre esa hipótesis, pero este jueves el líder socialista lo confirmó. Los PGE se presentarán "en tiempo y forma", y tienen que estar definitivamente aprobados "antes de que finalice el año".

Orden de Montero a los ministerios

El líder socialista defendió que es importante retomar "la normalidad también en los plazos", por lo que ya la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, dio el lunes orden a los ministerios para que empiecen a diseñar las cuentas del próximo año, que serán las de la "recuperación y creación de empleo, sobre todo para los jóvenes", una recuperación que debe ser "justa para no dejar a nadie atrás".

Esta idea de estabilidad de la legislatura se complementó con esta otra expresada durante la entrevista: las elecciones generales no se adelantarán, por mucho que el PP reclame un anticipo. Se celebrarán, de nuevo también, "en tiempo y forma", en 2023. Hay que volver a las "legislaturas de cuatro años, que hacen falta en nuestro país", reivindicó. Como ocurría antes del estallido del bipartidismo, en definitiva.

¿Habrá remodelación de Gobierno? De nuevo, Sánchez se aferró a la respuesta que lleva defendiendo desde hace semanas: no es su "prioridad" ahora mismo. Lo es "culminar el proceso de vacunación, que va como un tiro" y la recuperación económica. ¿Si hace crisis de gobierno, habrá menos ministerios? "No está entre mis planes, insisto, el hacerlo. Mi prioridad es otra".

En todo caso, con quien tendría que hablar esa hipotética remodelación del Gabinete, reconoció, sería con su socio en el Ejecutivo, Unidas Podemos. En concreto, con la vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, con la que "tiene muy buena relación". "Así es como me lo han hecho saber", dijo. Su interlocutora "en estos temas" sería Díaz y no la ministra Ione Belarra, la nueva líder de Podemos. ¿Y duerme mejor con ella que con Pablo Iglesias en la vicepresidencia?, le inquirió Ferreras. Sánchez admitió que, tras meses de lucha contra la pandemia del covid, mantiene una "buena relación" con el ex secretario general morado. De hecho, después de dejar su cargo, precisó, han podido hablar y verse.