Pedro Sánchez ya tiene decidido el sustituto del periodista Miguel Ángel Oliver al frente de la Secretaría de Estado de Comunicación. Será el exdiputado del PSC Francesc Vallès. El nombre ya circulaba el pasado fin de semana, pero fuentes próximas al presidente confirmaron a EL PERIÓDICO que Vallès es finalmente el elegido. Su nombramiento se ejecutará, previsiblemente, si nada se tuerce, en el próximo Consejo de Ministros, el martes 20 de julio. En todo caso, se acometerá antes de las vacaciones de verano.

Con el nombramiento del exdiputado socialista catalán, Sánchez lanza un claro mensaje. La Secretaría de Estado de Comunicación (SEC) sufrirá una profunda transformación. Adquirirá un carácter político más marcado, en consonancia con el mayor empaque que ha dado el presidente a su nuevo Ejecutivo, necesario, entiende, para afrontar la segunda parte de la legislatura.

Vallès (Reus, 1971), de la misma generación que Sánchez, con el que coincidió en el Congreso, fue diputado del PSC por Tarragona entre 2004 y 2016. Es licenciado y doctor en Derecho por la Universidad Autónoma de Barcelona, máster en Derecho por la Georgetown University y profesor de Derecho Constitucional de la UAB. Desde 2016 estaba fuera de la política, y ahora regresa a ella a un puesto de primer nivel, capital para cualquier Gobierno, la relación con los medios de comunicación.

El perfil político de Vallès se aleja del de sus predecesores. Porque Oliver (Madrid, 1963) es periodista de profesión. Mariano Rajoy mantuvo siempre a su lado a otra profesional de los medios, Carmen Martínez Castro. José Luis Rodríguez Zapatero nombró a varios secretarios de Estado de Comunicación: el primero, Miguel Barroso (2004-2005), periodista, aunque con un currículum más de estratega, y al que sucedió un político más puro, Fernando Moraleda (2005-2008), luego diputado socialista por Ciudad Real. Él dejó el testigo a dos periodistas: Nieves Goicoechea, procedente de la SER, y Félix Monteira, exdirector de 'Público'.

Rediseño del Gabinete de la Moncloa

La elección de Vallès es una decisión genuinamente de Sánchez, que tenía tomada desde hace días, antes por tanto de que ocupase su cargo el director de Gabinete del presidente, Óscar López, que de hecho fue nombrado este martes por el Consejo de Ministros. , quien a la postre se quedó las riendas de la estrategia informativa. Ahora falta por ver cómo se va a rediseñar el Gabinete de la Moncloa. Se espera que haya un cambio radical en la estructura. El recambio de Redondo, un consultor político que antes había trabajado para el PP y muy contestado por el PSOE, por López ya simboliza la mudanza, porque este es un nombre pacífico en el partido. Trabajó para Pepe Blanco en Ferraz con Sánchez, luego fue el secretario de Organización de Alfredo Pérez Rubalcaba y posteriormente colaboró de manera estrecha con el hoy presidente antes de que las primarias de 2017 les alejara.

Oliver es la expresión (otra más) del cierre de etapa que ha querido reflejar Sánchez desde el pasado sábado. El todavía secretario de Estado de Comunicación, periodista procedente de Mediaset y de la cadena SER, ha destacado en estos tres años por su atención a la proyección audiovisual del Gobierno, una faceta clave en un mundo dominado por la imagen. Ha profundizado en la importancia de la logística y la coordinación. En el debe, sin embargo, tiene sus choques con miembros del Ejecutivo y, sobre todo, con la prensa.

Polémico fue que en una conferencia cargara contra los periodistas que cubren la información de la Moncloa, al llamarlos "tertulianos" y "activistas". Los informadores se indignaron y él se disculpó vía Twitter por si sus palabras hubieran "ofendido" a los periodistas encargados de la cobertura de la actividad del Ejecutivo. Sánchez y Redondo, no obstante, revalidaron su confianza en él en febrero de 2020, ya con la coalición en marcha.

En plena pandemia, se le reprochó que en las primeras semanas filtrara él directamente las preguntas de los medios en las ruedas de prensa diarias, aunque tras la presión de la prensa rectificó y dio paso a las comparecencias por videollamada, para posteriormente permitir la vuelta de los los reporteros a las instalaciones de la Moncloa, aunque con las limitaciones que imponía el covid. Las siguientes olas de la pandemia hicieron imposible la presencia de los periodistas pero la situación fue mejorando a medida que la incidencia del virus bajó. Hoy en día, aun manteniendo las medidas de seguridad, la situación es ya bastante más próxima a la normalidad, con bastantes redactores en la sala de prensa (en torno a una treintena) y con la posibilidad de trabajar en el complejo.

El PSC ha ganado, además, peso en esta remodelación. Miquel Iceta ha sido desplazado a Cultura y Deporte (Política Territorial la tutela la nueva portavoz, Isabel Rodríguez), pero Transportes está ahora ocupado por la alcaldesa de Gavà, Raquel Sánchez. Y el timón de la comunicación del Ejecutivo descansará, a partir de ahora, en un nombre destacado de los socialistas catalanes, que llegó a ser portavoz adjunto del Grupo Socialista en el Congreso. Además, Vallès trabajó en el Congreso con Isabel Rodríguez, la nueva portavoz: ambos coincidieron en la dirección del grupo en la X Legislatura (2011-2016), con Sánchez como jefe. En las primarias de 2014, había apoyado en primarias a Eduardo Madina, y para las de 2017 ya estaba fuera de la política. Sus compañeros del PSC dicen de él que es un "buen gestor de la calma intensa". Tiene ante sí un resto mayúsculo, mejorar la imagen de un Ejecutivo con una imagen erosionada.