La vuelta al colegio será el único punto sobre la mesa de la sectorial extraordinaria de Educación de este miércoles, la segunda que presidirá la ministra Pilar Alegría y que comenzará en un escenario muy distinto al año anterior gracias a la vacunación.

Tanto el ministerio como las autonomías están convencidas de que el nuevo curso escolar será más seguro que el anterior porque la mayoría de los docentes y parte del alumnado están inmunizados y, en consecuencia, se han relajado medidas como reducir las distancias, volver a los materiales compartidos y retomar las extraescolares.

Los gobiernos regionales seguirán el protocolo anti-COVID-19 acordado con Educación y Sanidad en mayo pasado, cuando la incidencia era menor que ahora y no había irrumpido la variante delta (más contagiosa).

En el documento pactado se recogían las distintas pautas de actuación en función del nivel de alerta en cada territorio: nivel 1, de 25 a 50 casos por 100.000 habitantes; 2, de 50 a 150 casos; 3, de 150 a 250 casos; y 4, más de 250 casos, lo que supone riesgo extremo.

A dos semanas de comenzar el año académico para 8,2 millones de estudiantes, la mitad de las personas de entre 12 y 19 años (55,4 %) ha recibido al menos una dosis de la vacuna frente a la covid-19 y un 13 % ha recibido la pauta completa.

Los viales de Pfizer y Moderna se administran a partir de los 12 años, ya que de momento no hay vacuna autorizada para los menores de esa edad -estas dos farmacéuticas esperan tener en otoño los resultados de sus ensayos en niños de 5 a 11 años-.

Las comunidades autónomas han coincidido en una petición: que las familias se animen a vacunar a sus hijos antes del inicio del curso para evitar colas y lleguen a las clases el mayor número posible de inmunizados.

Salvo que se produzcan cambios importantes en la evolución de la pandemia, tanto las consejerías de Educación como el ministerio de Pilar Alegría quieren garantizar la presencialidad en todas las etapas educativas.

El año pasado muchos estudiantes de Bachillerato y de Formación Profesional se vieron forzados a alternar las clases físicas con las telemáticas, con el impacto que eso tuvo en sus vidas a nivel académico, social y personal.

En la reunión de este miércoles comunidades autónomas como Andalucía y Galicia pedirán al Gobierno fondos extraordinarios para afrontar gastos derivados de la pandemia, y otras como Cataluña y Madrid solicitarán relajar medidas si la evolución de la situación epidemiológica es positiva.

Pilar Alegría. José Luis Roca

A pesar de la petición prácticamente unánime de la comunidad educativa, lo que numerosos Gobiernos ya han anunciado es que se volverá a las ratios de alumnos en el aula de antes de la pandemia (Primaria 25, Secundaria 30 y Bachillerato 35).

Uno de los efectos positivos de la covid-19 fue la mejora del rendimiento académico de muchos estudiantes gracias a que recibieron una atención más personalizada como consecuencia del desdoblamiento de clases que hubo que hacer para frenar los contagios del virus.

El ministerio ha reiterado en distintas ocasiones que las comunidades han recibido fondos para afrontar la covid-19, pero que no todos tienen carácter finalista, es decir, son los gobiernos regionales quienes deciden si los usan para contratar docentes o gastarlos en otros servicios esenciales.

Las principales pautas que regirán este curso son: máxima presencialidad; una distancia de al menos 1,5 metros en el aula aunque desde Secundaria en adelante se podrá rebajar a 1,2 metros; no asistirán al centro los alumnos y docentes con síntomas; la ventilación natural es la opción preferente; en el comedor se asignarán puestos fijos durante todo el año; y todos los centros designarán a un responsable para los aspectos relativos a la covid.