La tercera dosis de refuerzo de la vacuna del covid para la población más vulnerable aún no se ha aprobado en España, y habrá que esperar al menos una semana más, pero el Gobierno y las comunidades se encuentran cada vez más cerca de tomar esa decisión. “Estamos preparados”, dijo este miércoles la ministra de Sanidad, Carolina Darias, tras el Consejo Interterritorial, que reúne al Ejecutivo y las autonomías. 

Falta por saber cuándo y a quiénes se inoculará esa protección de refuerzo, y Sanidad quiere conocer primero al informe de la Ponencia de Vacunas, el pronunciamiento de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y los estudios de las propias farmacéuticas. El Gobierno calcula que la próxima semana ya tendrá los datos sobre la mesa. “Nosotros ya nos hemos puesto a trabajar. Empieza a haber un consenso. Nuestro país está preparado para inocular esta tercera dosis, pero hay que decidir cuándo y a quién”, señaló Darias. “Estamos en marcha y estamos trabajando”, insistió. 

España, como todos los países ricos, lleva varias semanas discutiendo sobre la tercera dosis para los mayores y los inmunodeprimidos. Sin embargo, a diferencia de otros miembros de la UE, como Alemania y Francia, que ya han anunciado que la administrarán a partir de septiembre, ha preferido ir con más cautela. La posición de la mayoría de las autonomías es similar a la del Gobierno. Creen que será necesaria una dosis de refuerzo para estos colectivos, pero piden aguardar a las evidencias científicas

Aunque el posicionamiento de la EMA se presume inminente, fuentes del organismo señalaron este miércoles a Efe que “aún se están revisando los datos para hacer las recomendaciones que puedan ayudar” a los países europeos a tomar una decisión que, por otra parte, también cuenta con relevantes detractores. En especial, la Organización Mundial de la Salud (OMS), que a principios de agosto reclamó a los países ricos, que han acaparado el 80% de las inoculaciones, que no pinchen esta tercera dosis hasta que, como mínimo, el 10% de todos los países del mundo hayan recibido la primera.

"Las pruebas sobre los beneficios de estas dosis de refuerzo no son concluyentes. Tampoco sabemos si es seguro administrarlas –insistió este miércoles el director general de la OMS, Tedros Adhanom-. Y cuando los países se pueden permitir tener una dosis de refuerzo y otros países ni siquiera han podido dar alguna de las dos dosis, nos enfrentamos a un problema moral. Hay una gran parte de la población no vacunada, sobre todo países de ingresos bajos o medios, y eso da más opciones al virus para circular. Pueden surgir nuevas variantes que sean mucho más peligrosas y que incluso escapen a las vacunas”. Preguntada por estas palabras, Darias evitó polemizar. 

El impacto en las residencias

El debate se ha reavivado en España a raíz de los efectos de esta quinta ola en las residencias de mayores, donde los contagios se multiplicaron por 18 durante el mes de julio, a pesar de que sus residentes están ya vacunados. Se trata de personas que recibieron el fármaco a principios de año, algo que refuerza la sospecha de que la protección disminuye a partir de los seis meses. Un estudio difundido este miércoles vino a confirmarlo. La investigación, llevada a cabo por Zoe Covid, un proyecto británico, revela que la protección frente al virus de la vacuna desarrollada por Pfizer/BioNTech, que era de un 88% un mes después de la segunda dosis, disminuye hasta el 74% transcurridos entre cinco y seis meses. En el caso de AstraZeneca, el nivel pasa de un 77% a un 67%.