En una breve y medida comparecencia, flanqueado por todos los miembros del Govern en la Galeria Gòtica del Palau de la Generalitat, el president, Pere Aragonès, ha exhibido contundencia en defensa de la libertad de Carles Puigdemont y ha acusado al Estado de engañar a la justicia europea, pero ha eludido acusar explícitamente al Gobierno, más allá de asumir que lo sucedido "no ayuda" a la marcha de la mesa de diálogo.

"Estos hechos no ayudan nada al proceso de resolución del conflicto, no contribuyen a generar las condiciones que favorezcan la confianza entre las partes", ha advertido Aragonès, quien ha reconocido que ha mantenido contactos con el Gobierno central por este asunto. Unos contactos en los que, asegura, ha reivindicado de nuevo la amnistía y la autodeterminación. "El primer paso es que se acabe con la represión, es por esto que exigimos la retirada de las ordenes de detención contra el president Puigdemont y el conjunto de personas represaliadas", ha añadido el jefe del Govern.

Reivindicación del diálogo

Aragonès no ha dado por roto el diálogo, pero ha exigido acabar con la "persecución política y la represión", al tiempo que ha acusado al Estado de haber "engañado al tribunal europeo" y de haber vulnerado el derecho comunitario. "La credibilidad del sistema judicial español ya estaba tocada, pero con las discrepancias sobre las euroórdenes se demuestra que es un sistema anacrónico que buscaba venganza".

Preguntado sobre si la retirada de las euroórdenes es una condición sine qua non para el mantenimiento de la mesa de diálogo, Aragonès ha evitado dar nada por definitivo: "No entraremos a especular sobre el futuro, hoy lo importante es la reclamación de la puesta inmediata en libertad del president, siempre nos podemos encontrar obstáculos, nos hemos de conjurar para superarlos, nuestra determinación hacia la amnistía y la autodeterminación es total".

Imagen de unidad

Aragonès ha comparecido junto a todo el Consell Executiu pese a que, antes de la reunión conjunta, el vicepresidente del Govern, Jordi Puigneró -que esta mañana ha hecho declaraciones muy duras contra la viabilidad de la mesa de diálogo- ha reunido por separado a las 'conselleras' y los 'consellers' de Junts per Catalunya