El Gobierno trabaja con discreción para que algunas personas afganas que han colaborado con España durante los últimos 20 años y que no pudieron abandonar Kabul a últimos de agosto finalmente "puedan venir".

En declaraciones a los periodistas en una visita a la sede del Mando de Operaciones Especiales (MOE) del Ejército, en Alicante, donde ha agradecido personalmente la labor de evacuación al equipo operativo de los también llamados 'boinas verdes' desplazados a Kabul, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha explicado que esas gestiones continúan y que se desarrollan "con muchísima prudencia y discreción".

Ha recordado que España tiene la "satisfacción" de haber sacado de Afganistán a 2.000 personas en unos días muy difíciles y complicados por la "presión" ante la realidad de que había una fecha límite en la que había que evacuar un gran número de colaboradores afganos en medio de "avalanchas, de temperaturas extremas y de contaminación", entre otros factores.

Acompañada del jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, el general Javier Varela, Robles ha asegurado que no olvidará nunca "esos últimos días de agosto" con un rescate que constituyó "la obligación de España después de 20 años en Afganistán".

"España es un país solidario y generoso que no iba a dejar abandonada a la gente que colaboró con nosotros" y para ello desplegó un dispositivo en el que "el Ejército del Aire se volcó y también esta unidad" del MOE.

De esta unidad de elite, ha destacado que "inmediatamente que se les llamó fueron con una enorme eficacia y en unas condiciones muy difíciles porque había verdaderas situaciones de riesgo", ha dicho antes de recordar que soldados españoles estuvieron "diez minutos antes" en la zona donde un atentado segó la vida de 13 marines estadounidenses.

Según Robles, el MOE realiza una "gran labor donde se les necesita: En las situaciones más arriesgadas y más difíciles allí están ellos y siempre con ese componente de humildad que tan importante es".

En el acuartelamiento Alférez Rojas Navarrete de Alicante, que dirige el general de brigada Francisco García-Almenta Alonso, los mandos y miembros del equipo operativo han mostrado a la ministra el material usado en la evacuación y han detallado algunas de las situaciones más difíciles que vivieron en el aeropuerto internacional de Kabul.

De este encuentro, la ministra ha destacado el compromiso de los militares y ha comentado que uno de ellos tuvo que partir dejando a su mujer en el paritorio para tener un hijo.

Uno de los soldados que estuvieron allí, apodado Frigo, ha relatado a los periodistas que en menos de 12 horas fueron llamados y desplazados a Kabul, algunos estando de vacaciones, y ha continuado que trataron de aportar "tranquilidad" al personal que ya estaba allí reforzando la seguridad en una situación de estrés.

"Había mucha incertidumbre y era un drama humanitario", ha señalado este soldado, quien no ha desvelado su identidad y quien ha destacado la complejidad de la búsqueda e identificación del personal que el Ministerio de Asuntos Exteriores había avisado para evacuar por la ingente cantidad de personas que se agolpaban en las inmediaciones del aeropuerto.

Ha relatado que algunos de estos afganos que pasaban al aeropuerto para ser evacuados incluso colaboró como traductor porque la situación era "precaria" y se dependía de las negociaciones con las fuerzas talibanes apostadas en el exterior.

El MOE cuenta con más de dos décadas de trayectoria con unos 150 relevos en el exterior, precisamente la mayoría en Afganistán (alrededor de 60) aunque también en Líbano, Bosnia, Mali, Kosovo y la República Centroafricana e Irak, país este último donde mantienen presencia.