Juan Espadas calibra ya sus tiempos para dejar la Alcaldía de Sevilla y dar el salto a la arena autonómica. El todavía líder in péctore del PSOE andaluz será ratificado este fin de semana en el Congreso regional del partido como secretario general, y una de las opciones que baraja consiste en dejar atrás su responsabilidad institucional de manera "casi inmediata", en los días siguientes a su elección. El favorito para suceder a Espadas en la vara de mando de la ciudad es Antonio Muñoz, actual edil de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo de la ciudad, según publica este jueves El Periódico de España.

Espadas afronta este fin de semana un congreso regional dirigido a lograr unidad del partido andaluz y a restañar las heridas tras la última batalla interna de junio, cuando el dirigente ganó en primarias a Susana Díaz y se alzó como el candidato para presidir la Junta de Andalucía. La expresidenta llegó después a una entente cordiale con Ferraz para dar un paso atrás como líder del PSOE-A, dejar su escaño autonómico y ocupar un puesto en el Senado.

Ahora, el aún alcalde de Sevilla tiene el reto de integrar a la facción susanista en la nueva organización, y ya ha anunciado que integrará en su ejecutiva a los líderes provinciales afines a Díaz que han renunciado a revalidar el cargo en los congresos provinciales de diciembre. Así, Espadas incorporará en su nuevo equipo de dirección a Verónica Pérez, todavía secretaria general del PSOE de Sevilla; Irene García, de Cádiz; José Luis Ruiz Espejo, de Málaga; y Antonio Ruiz, de Córdoba.

El Congreso regional que tendrá lugar en Torremolinos (Málaga) será un trampolín para Espadas, que se presenta como único candidato a liderar el PSOE andaluz. Los suyos consideran que sería un resultado satisfactorio superar la barrera del 70% de los votos favorables, una cifra superior al 55% que logró en primarias en junio. Una mayoría amplia para abrir con legitimidad una nueva etapa que marque distancias con la era susanista.

El día después a ser ratificado como secretario general del PSOE andaluz, Espadas deberá centrarse en rearmar a la federación más numerosa del partido de cara a un adelanto electoral que los socialistas ya prevén para primavera, tras descarrilar las negociaciones presupuestarias con el Gobierno de Juanma Moreno y la previsible prórroga de las cuentas. Es por esta razón que en su círculo más próximo abren la puerta a que su cese en el Ayuntamiento de Sevilla pueda producirse este mismo lunes, apenas unas horas después de su elección. Un movimiento rápido que le permitiría ponerse manos a la obra y evitar las críticas de la oposición por compatibilizar el liderazgo interno del PSOE con la vara de mando de la capital andaluza.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al presidente andaluz, Juanma Moreno (c), y el alcalde de Sevilla y líder del PSOE-A, Juan Espadas. EFE

El nuevo líder andaluz, sin embargo, afirmó hace semanas que le gustaría abandonar el cargo una vez atado su proyecto de ciudad, que se materializaría en aprobar los presupuestos municipales de 2022. Un proceso cuyos plazos se prevén para diciembre. Las negociaciones están en marcha y los socialistas sólo necesitarían de tres votos favorables de Adelante Andalucía, marca con la que Podemos e IU fueron en 2018 en coalición.

Pero la ruptura total del grupo morado ha complicado las conversaciones, que deberán producirse a tres bandas: por una parte está la edil de Podemos, que ha mostrado su disposición a entenderse con los socialistas, mientras los otros dos concejales de IU han endurecido su postura. La cuarta en discordia es Sandra Heredia, que fue expulsada del grupo municipal. Para logarr aprobar sus cuentas, Espadas necesita un mínimo de tres votos favorables para lograr una mayoría o, en su caso, un voto a favor y tres abstenciones. El posible desgaste de estas negociaciones también jugaría como un argumento a favor de su salida anticipada del Ayuntamiento, pese a su voluntad por culminar su gestión.

Debate sucesorio

La salida inminente de Espadas de la Alcaldía evitaría además dilatar el debate sobre el próximo alcalde de Sevilla; hasta el momento, el dirigente ha logado mantener cierto hermetismo sobre este punto para salvaguardar su sucesión, aunque en su entorno admiten que la decisión estaría ya tomada. Los socialistas habrían lanzado una encuesta, de la que aún no han trascendido resultados, para valorar la acogida ciudadana de los dos principales candidatos, de perfiles completamente distintos.

El primero es Antonio Muñoz, actual concejal de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, que se presenta como el favorito del primer edil para relevarlo en la Alcaldía. El dirigente cuenta con un perfil apegado a los nuevos valores progresistas, como la sostenibilidad o la defensa de derechos LGTBI, además de la vertiente cultural que le otorga su actual cargo. En el entorno de Espadas ponen en valor el hecho de que tenga "el proyecto de ciudad en la cabeza", pues es quien ha dirigido las principales políticas urbanísticas y de inversión de Sevilla, un área de especial peso. El anuncio no se ha hecho todavía oficial, pero en el PSOE sevillano le sitúan ya como el futuro alcaldable. Aunque, eso sí, "Espadas todavía no lo ha verbalizado".

El segundo en discordia, que contaría con menos respaldo, es Juan Carlos Cabrera, concejal de Fiestas Mayores, Gobernación y Distrito Centro. Se trata de una figura muy dstinta al primero, más apegada a las tradiciones y a la herencia del socialismo andaluz. Aunque difiere más de los valores que actualmente imperan en el Partido Socialista, hay voces que apuntan a que su carácter popular podría ser más beneficioso electoralmente, al poder dirigirse a un mayor número de votantes que el primero.

Sin autocrítica

Además de la incógnita sobre su sucesión en la alcaldía, el Congreso regional de este fin de semana estará marcado por una situación atípica: la falta del tradicional informe de gestión que el PSOE andaluz presenta en cada uno de estos órganos para dar cuenta de la situación en que se encuentra y hacer balance de los errores y fortalezas. Un análisis que, según algunas voces del partido, se hace más necesario que nunca, debido a la pérdida de la Junta de Andalucía por primera vez en democracia por parte de la anterior dirección de Susana Díaz.

Estas fuentes advierten de que existe "cierto malestar" en algunos sectores del socialismo andaluz, ya que nadie se hará cargo de rendir cuentas sobre los últimos años, en que el PSOE no ha sabido resituarse como partido de oposición. Se da la circunstancia de que nunca antes se había desarrollado un Congreso regional en Andalucía sin que existiera un informe de este tipo. Hay voces que sugieren que debería ser Díaz la que pasara a examen su gestión para hacer "autocrítica", aunque esta opción no está a día de hoy contemplada.

En el entorno de Espadas justifican la falta de este informe en que ejecutiva de Díaz está ya "disuelta", con la dimisión en verano de Juan Cornejo, su ex secretario de Organización, por lo que no habría ninguna figura que pudiera dar cuenta de esta gestión. A esto se suma el papel meramente testimonial que se prevé para la ex presidenta andaluza, que está invitada como secretaria general saliente, pero manteniendo perfil bajo.