Este fin de semana se celebra el congreso regional de los socialistas madrileños, donde Juan Lobato se corona como nuevo secretario general de la formación tras haber vencido en las primarias de hace dos semanas al otro candidato, el alcalde de Fuenlabrada Javier Ayala. El Congreso servirá para cerrar su ponencia política, el documento-faro de objetivos y estrategia que guiará al partido a partir del lunes en su actividad política en la comunidad, y para nombrar a los nuevos miembros de la ejecutiva regional.

En esa ponencia política de casi 250 páginas que los militantes del partido han podido estudiar en las últimas semanas, se habla de los asuntos externos y de los internos. Y en estos últimos, casi en las últimas páginas del documento, aparece una fecha clave. En un plazo máximo de cinco meses, es decir, antes de marzo de 2022, se constituirá la Agrupación Socialista de Gran Ciudad de Madrid. Traducido, un órgano que aglutine a todas las agrupaciones de distrito de la capital y marque el rumbo político de la formación en este área metropolitana. Y para eso, Lobato quiere a alguien con colmillo político, proyección y experiencia en el ámbito municipal como Mercedes González, la delegada del Gobierno de Madrid.

El congreso debe cumplir con los requisitos formales y la candidata ser elegida de forma directa por la militancia de la ciudad, pero la apuesta del nuevo secretario general es clara, según indican en su entorno: "Está preparada, puede hacerlo y además quiere hacerlo". Ella, hasta el momento, ha preferido no pronunciarse en público sobre su candidatura y centrarse en sus funciones como delegada del Gobierno. Pero lo cierto es que su salto como concejala del Ayuntamiento a la delegación de Gobierno se hizo para investirla de mayor proyección y visibilidad, que el nuevo responsable del partido en Madrid la quiere a su lado, que tiene un discurso político elocuente y que su vinculación con los simanquistas (afines a Rafael Simancas) y su relación personal con Pedro Sánchez dejan bastante claro cuál será el desenlace.

Carrera de fondo

En este proceso de reconstrucción de la formación socialista en Madrid, cuyos fracasos electorales se han repetido tanto en la capital como en la Comunidad en los últimos años, tal y como reconoce la propia ponencia política que se vota este fin de semana, la nueva dirección quiere crear un tíquet de izquierdas, al estilo Ayuso-Almeida, que reactive el discurso político del partido y les permita recuperar, como mínimo, el puesto de líderes de la oposición que en las últimas elecciones les robó Más Madrid.

Esto, advierten en la formación, no significa que empiecen la carrera hacia 2023 ya con el objetivo puesto en perder frente a Ayuso y Almeida, que es lo que en el seno del partido muchos se reprochan a sí mismos, sino que la apuesta se hace con la idea de que esto es un maratón en el que hay que resistir. Es decir, salir a ganar en la primera oportunidad electoral de dentro de año y medio, pero con la idea de que el tándem político se mantenga en el tiempo si 2023 se tuerce. La apuesta es a medio-largo plazo y con el fin de que no se cuelen candidatos estrella y fugaces.

Camino a la alcaldía

Estar al frente de la estrategia política y formar ese tándem con Lobato, en cualquier caso, no es necesariamente sinónimo de ser candidata. O no todavía, pero fuentes de Ferraz no dudan en reconocer que González es su principal apuesta, informa Juanma Romero. La delegada del Gobierno suma ahora a su experiencia municipal su labor al frente de una administración de la que solo se oye hablar cuando algo marcha mal. Manifestaciones descontroladas, actuaciones policiales puestas en cuestión o, en el caso concreto de González, rifirrafes públicos con el alcalde, con quien mantiene una buena relación personal a pesar de todo, según indican en su entorno. Antes, seis años en el Ayuntamiento de Madrid como parte de la oposición e incluso como asesora en la Asamblea de Madrid.

Pero en el Ayuntamiento de Madrid ahora mismo está Mar Espinar como portavoz del grupo y, a diferencia de lo que ocurrió con Pepu Hernández, busca visibilidad en la calle, pateándose la ciudad barrio a barrio y buscando su hueco. Su lema, de hecho, es que hay que hacer más calle, meter más horas con los vecinos escuchándoles y trasladándoles en persona sus propuestas que haciéndolo solo a través de las redes o los medios de comunicación. "Tiene hambre", dicen en el partido en referencia a sus aspiraciones políticas. Pero Espinar apenas lleva dos meses como cabeza visible de los socialistas en la capital y le falta recorrido para ser reconocida como cara del PSOE por parte de la ciudadanía.

Aunque la apuesta futura para esa plaza ahora mismo es Mercedes González, ambas podrían aspirar a ser candidatas a la alcaldía de Madrid en la convocatoria electoral de 2023 y habrá que ver cómo evoluciona el partido en los próximos meses.

Nuevo equipo

Por otro lado, Lobato ha querido empezar el cónclave socialista con un nombre ya sobre la mesa. La diputada Marta Bernardo será su número dos en el partido, la nueva secretaria de organización del PSOE-M. De momento es el único nombre que se ha confirmado oficialmente. El domingo se conocerá al resto de los miembros de la nueva ejecutiva de la formación, que estará formada, según el propio Lobato, de "equipos intergeneracionales" y con un objetivo claro: reorganizar el partido, ponerlo del revés y azuzarlo de cara a 2023 tanto frente a Ayuso-Almeida como de Más Madrid.