Pedro Sánchez va metiendo más los pies en el agua, evidenciando el malestar de su partido con el PP por haber propuesto para el Tribunal Constitucional a dos candidatos —ya votados por el Congreso— como Enrique Arnaldo y Concha Espejel. No solo admite, ya lo hizo la semana pasada, que no le "gustan" los dos. Ahora advierte de que su postulación destruye el insistente mensaje de Pablo Casado de que busca la "despolitización" de la justicia. Eso es un "camelo", acusa.

El presidente del Gobierno apretó más al PP este martes en el Senado, durante la sesión de control al Ejecutivo. Lo hizo en respuesta a un parlamentario de Ciudadanos, aunque acabó dirigiéndose al partido de Casado, para que "haga valer su palabra" y desbloquee la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Porque ese es el escollo que sigue sin removerse, y el que más interesa al Gobierno, que el PP se avenga a relevar a la cúpula judicial. Los contactos, oficialmente, no se han interrumpido, pero no hay avances y en la Moncloa no prevén, ni mucho menos, un desenlace "inminente".

El senador de Cs Miguel Sánchez López reprochó a Sánchez el "enjuague político de la semana pasada". Esto es, el pacto de Gobierno y PP para renovar el TC, el Tribunal de Cuentas y el Defensor del Pueblo, un acuerdo para "trocear y repartirse los órganos constitucionales", una "parte en diferido del reparto de los jueces que después tienen que juzgar" a los partidos firmantes "por corrupción". Sánchez insistió en que el Ejecutivo sí trata de llegar a "acuerdos", como ha hecho en estos dos años de gestión con los agentes sociales, "con las comunidades autónomas y con los municipios", y con varios grupos parlamentarios, como lo prueban los Presupuestos vigentes. "La capacidad de diálogo y nuestra voluntad de llegar a acuerdos es total y absoluta", defendió como punto de partida.

Luego se remangó y entró en materia. Primero, subrayó que el mandato "claro" de la Constitución es que se proceda a la renovación institucional cuando vence su mandato, y el CGPJ lleva en funciones "más de 1.070 días" por el "bloqueo inédito" del PP. Dos, que la "celeridad" en el relevo en el TC, el TCu y el Defensor (más la Agencia de Protección de Datos) prueba que el Gobierno sí tiene "voluntad" para desatascar las instituciones, y que quien lo paraliza es el PP. Y tres, sí, comparte la falta de idoneidad de algunos candidatos. "Es verdad que ha habido una polémica en relación con dos de ellos, un hombre [Enrique Arnaldo] y una mujer [Concha Espejel], bastante allegados al líder del PP [Casado] y a la anterior secretaria general del PP, la señora [María Dolores] de Cospedal. Y si algo ha quedado claro es que era un camelo esto de la despolitización de la Justicia por parte del PP. Eso es así", atacó, entre los aplausos de la bancada socialista.

El "hedor" del "apaño"

Sánchez, por tanto, rebatía el principal argumento esgrimido por Casado: el jefe de los conservadores ha reiterado que busca preservar la "independencia" de las instituciones. Pero desde que se conocieron los nombres de los candidatos al TC no han dejado de aparecer noticias que prueban la cercanía de Arnaldo con el PP y con su líder, igual que era conocida la vinculación de Espejel, apartada del 'caso Gürtel'. "La obligación del Gobierno es salvaguardar el acuerdo, renovar las instituciones y permitir por tanto cumplir con la Constitución y el mandato de la ley. Si tiene que reprochar algo, señoría —le dijo al senador de Cs—, entiendo que no será a este lado, sino a sus socios de gobierno en distintas comunidades autónomas".

El parlamentario naranja volvió a la carga y denunció el "hedor" del "apaño" de Gobierno y PP. En su réplica, el presidente insistió en que el suyo es un Gobierno "de palabras y de hechos", y que lo que es "de todo punto intolerable" es el bloqueo del CGPJ, que es "un ejemplo más de que el PP no tiene un problema con el PSOE, sino con la democracia, porque no acepta el resultado electoral" para preservar una mayoría en el órgano que es producto de la arrolladora victoria de Mariano Rajoy en 2011. "Lo dije en el Congreso [el pasado miércoles] y hoy aquí: a mí hay candidatos que es evidente que no me gustan, porque aquí se han reprochado dos perfiles de los cuatro [postulados para el TC]. Dos, curiosamente del Grupo Popular. No nos mire a nosotros. Mire a su derecha, para saber quién está bloqueando e incumpliendo la palabra y el deber que mandata la Constitución". Fue entonces cuando Sánchez se dirigió directamente a la bancada del PP: "Hagan valer su palabra, cumplan con la Constitución y renueven el CGPJ".

Fuentes de la Moncloa, tras la intervención de Sánchez en el Senado, reconocieron que hay dificultades en la negociación con los conservadores y que por tanto no se atisba un acuerdo próximo. Los populares, por su parte, insisten en que, de cara a la siguiente renovación, ha de estar en marcha una reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, para que sean los jueces los que elijan a su órgano de gobierno. El Ejecutivo se niega a tocar la norma y denuncia que el PP se comporta como si un contribuyente se negara a pagar el IRPF. Es decir, que no puede negarse a cumplir la ley que actualmente está vigente, porque no tiene mayoría parlamentaria para cambiarla.