Una cuarentena de pasajeros palestinos con pasaporte libanés de un vuelo procedente de Egipto con escala en Barcelona llegaron el pasado lunes al Aeropuerto de Barcelona-El Prat, para pedir protección internacional en España. Son distintas familias, con niños y ancianos a cargo, que decidieron huir de un campo de refugiados ubicado en Beirut (Líbano) por las penosas condiciones en que vivían. La mayoría de ellos (29 personas) ya tienen reconocido el derecho a solicitar asilo en España y están alojados en un centro de la Cruz Roja. Está previsto que durante este sábado todos salgan ya de la terminal. Esta es una vía de entrada habitual en España, que nada tiene que ver con la llegada irregular en el aeropuerto de Palma hace dos semanas.

Llegaron el pasado lunes por la tarde después de un largo viaje. Primero volaron a Adís Abeba (Etiopía). De allí fueron a El Cairo (Egipto) hasta llegar a Barcelona. El viaje seguía hasta Bogotá (Colombia) y Quito (Ecuador) pero se detuvieron en España para pedir refugio. Lo cuenta una de las abogadas del turno de oficio del ICAB que atendió una pareja con tres hijos en el aeropuerto. "No estamos hablando de un motín ni de ningún tipo de migración ilegal. Estas personas cumplieron con todos los requisitos legales como refugiados, están en todo su derecho de pedir asilo", dice la letrada Helena Martínez.

Martínez atendió una familia compuesta de un padre, una madre y tres hijos. La menor, de ocho años. Pero explica que entre este grupo de familias palestinas también había ancianos. "La mayor, una mujer de 90 años que después del viaje que habían hecho tuvieron que atenderla los sanitarios", comenta. Todos ellos tenían pasaporte libio, pero eran palestinos. "Estas familias llevan años viviendo en los campos refugiados de palestinos en Líbano, la mayoría han nacido en ellos, pero no tienen la nacionalidad libanesa, tienen un pasaporte de ese país que les recuerda que son palestinos refugiados en Líbano", comenta.

Huir del campo de refugiados

Estas personas decidieron huir del campo de refugiados por las penosas condiciones en las que estaban viviendo. Es, al menos, su testimonio. "Me hablaron de condiciones higiénicas deplorables pero es que además lo que les ocurre a los refugiados en Libia es que están excluidos de todo el sistema, viven en los márgenes, sin ninguna perspectiva de mejora", explica Martínez. Ella fue llamada el miércoles 17 de noviembre, pero durante toda la semana han ido transitando letrados especializados por el aeropuerto. Con la ayuda de traductores, los letrados han ido presentando las solicitudes de asilo a la Oficina Asilo y Refugio de la Delegación del Gobierno en Catalunya. Las autoridades tienen 72 horas para darles una respuesta. De momento, todas han sido atendidas correctamente y, según apuntan fuentes de la delegación, tan solo quedan 10 personas en la terminal esperando una respuesta.

Durante todo este tiempo, este grupo de 39 personas ha estado viviendo en unas dependencias del aeropuerto de Barcelona habilitadas para ello. "Es cierto que han estado apretaditos y que no son las mismas condiciones en las que estarían en una casa pero no estamos hablando de un trato indigno ni denigrante, estaban bien atendidos, tenían camas, duchas y aseos", dice la letrada. De hecho, hace años que El Prat, igual que Barajas, dispone de estos espacios para los refugiados que piden asilo en España porque, a diario, hay personas que usan esta vía. A los que se les acepta el trámite entran en territorio español de forma legal. Los que no son deportados al momento, o trasladados al CIE para esperar el vuelo de deportación.

En principio los palestinos tienen reconocido el derecho a asilo en España, debido al conflicto que vive el territorio con Israel. Sin embargo, y desde hace cuatro años, España les pide, además, un visado para pisar suelo español. "Es una medida innecesaria e incoherente", lamentan desde la Comisión Catalana de Ayuda al Refugiado (CCAR). La oenegé recuerda que en este caso el grupo de palestinos estaban aplicando sus derechos, e insistían que las respuestas de la delegación no podían sobrepasar las 72 horas desde que tramitaron sus solicitudes.

Otra realidad será la que les espere a partir de ahora. Por el momento, la Cruz Roja ha ido alojando a las familias que les han aceptado la solicitud de asilo. Son cinco familias y seis hombres solos. Ahora es cuestión de tiempo, la ley dice que seis meses, que el ministerio del Interior resuelva su caso. Es decir, que sean considerados refugiados de pleno derecho, o dejen de serlo y acaben siendo inmigrantes sin papeles. El año pasado, solo el 5% de peticiones de asilo de España terminaron con el reconocimiento de refugio, mientras que el 60% de solicitantes cayeron en la irregularidad. En el resto de Europa de conceden más del 30% de peticiones de asilo.