El fenómeno Yolanda Díaz se extiende al mundo empresarial. La vicepresidenta segunda del Gobierno ha irrumpido en el tablero político como referente de una nueva candidatura, en un movimiento que ha despertado un renovado interés entre los empresarios. Directivos de grandes y medianas compañías tratan de acercarse a esta figura emergente, que ya es determinante en el Gobierno y que será condición de posibilidad para una prórroga de la coalición. 

La dirigente accedió a la vicepresidencia tercera del Gobierno el pasado marzo, una vez que Pablo Iglesias anunció su retirada de la política. Tras la reconfiguración del Consejo de Ministros de julio, pasó a ser vicepresidenta segunda, sólo por detrás de Nadia Calviño. Esta circunstancia, unida al proyecto que aspira a construir de cara a las próximas elecciones, ha generado gran expectación en la empresa. Un sector que depende en gran medida de las políticas del Gobierno, en el que pretende influir para proteger sus intereses. 

Yolanda Díaz se ha convertido en los últimos meses en un reclamo y todos los actores de este ámbito requieren a la dirigente para la celebración de desayunos informativos, charlas o reuniones internas. “Hay mucho interés, curiosidad, incluso morbo. Ganas de conocerla para ver cómo es en las distancias cortas”, advierten desde una de las grandes consultoras del país, especializada en empresas cotizadas del IBEX 35 y en mediana empresa. “Si hay algún desayuno o charla, siempre hay mucha demanda de que esté ella”. continúan. 

El pasado octubre la dirigente ofreció un desayuno informativo junto al ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Un encuentro del que se informó a los medios y que estuvo organizado por la consultora de asuntos estratégicos Kreab, con la asistencia de distintas figuras del mundo empresarial. Sin embargo, la mayoría de contactos con empresarios no son de carácter público, y la ministra de Trabajo mantiene casi a diario reuniones y encuentros con las distintas figuras del tejido económico. Tres directivos de distintas consultoras de asuntos públicos coinciden en un adjetivo para dibujarla: “Accesible”. 

“Es súper fácil hablar con su departamento, es de las ministras más accesibles”, señala un responsable de una consultora de asuntos públicos, que destaca que, en caso de solicitarle una “reunión operativa” para abordar una materia concreta de su ámbito, lo habitual es poder celebrarla “en el plazo de un mes, incluso antes”. 

Un perfil distinto a Iglesias

Aunque algunas voces de las grandes consultorías admiten que en un primer momento su figura llegó a resultar “controvertida” por haberse declarado abiertamente militante del PCE, señalan que finalmente “la realidad se impuso a determinadas posturas ideológicas”. El carácter de la vicepresidenta la ha encumbrado como una excelente interlocutora, más destacable aún si se pone en relación con Pablo Iglesias, su antecesor como máximo representante de Unidas Podemos en el Gobierno. 

“Yolanda Díaz ha permitido que la relación sea más fluida de la que existía antes con la parte no socialista del Gobierno. La relación es más amable, cercana, más profesional que con Pablo Iglesias”, añaden. Afirman que siendo ella la referencia del espacio “la interlocución es más fácil y más cómoda. Es accesible, no es difícil contactar con ella. La relación personal es agradable y muestra siempre voluntad de entendimiento”. “Tiene un perfil muy distinto a Iglesias y ella hace esfuerzo por que así sea, le gusta ser bien vista”, apuntan. 

La propia Yolanda Díaz reconoce abiertamente la importancia que le otorga al trato personal a la hora de hacer política. “Hay siempre que ser educada, las relaciones personales influyen mucho”, aseguró este jueves en una entrevista en RadioCable, cuando fue preguntada sobre el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi: “La relación personal es estupenda. Es difícil llevarse mal conmigo”, bromeó. 

En este punto coinciden también desde la CEOE, donde algunas voces destacan que la sintonía es “excelente”. Un elemento que habría llevado a que nunca haya habido una ruptura total entre la patronal de empresarios y Díaz pese a los importantes choques que se han producido en esta legislatura con las negociaciones, desde las subidas del SMI a los erte o la reforma laboral. Algunas de estas tensiones también responden a la situación interna de la patronal, que celebrará elecciones a su presidencia a finales del próximo año. 

Aunque Garamendi no se ha postulado oficialmente y tampoco hay de momento ningún rival, hay sectores como el agrario, las Pymes o los autónomos, más críticos con el Gobierno y, por ende, defienden una postura más dura de la patronal en estas negociaciones. Unas presiones a las que también debe atender Garamendi para mantener la estabilidad de la organización. 

"La expectativa de futuro"

En el mundo de la consultoría hay directivos que consideran que este nuevo fenómeno está claramente influido por una “expectativa de futuro”: “La plataforma que tiene previsto crear le va a convertir en una pata necesaria para próximos escenarios. Es una figura que puede jugar un papel en el futuro e interesa tener relación”. 

“Igual que en su momento quisieron conocer a Pablo Iglesias, ahora quieren conocer a Yolanda Díaz”, resume el directivo de otra importante consultora dedicada a asuntos públicos, que admite no haber notado grandes variaciones al no organizar habitualmente encuentros o foros con políticos. “Genera expectación porque es una figura emergente que es distinta en este mundo de Podemos. Despierta más interés Yolanda que Ione Belarra, por ejemplo. Pero si hay un desayuno con Nadia Calviño y Díaz, es Calviño quien va a tener más interés”, considera esta fuente, que resta valor al peso de los morados frente al ala socialista. 

Otro directivo considera que esta expectación responde más a los acuerdos alcanzados en su papel de ministra de Trabajo, y no tanto como líder del espacio minoritario del Gobierno. Es por esta razón, cree, por lo que no han experimentado grandes cambios con el ascenso de Díaz. “Mis clientes ya se reunían con ella antes de que fuera nombrada candidata, así que no noto más interés del habitual. Para nosotros no hay especial novedad”, aseguran.

En el entorno de la vicepresidenta también tratan de desligar esta expectación empresarial de su nuevo proyecto y aseguran que "siempre ha habido muchas peticiones". Una afirmación en línea con la estrategia adoptada por la dirigente, encaminada a centrarse en las políticas del Ministerio y evitar el desgaste que supone abrir prematuramente el debate sobre su liderazgo. 

“No tiene tanto que ver con el hecho de su proyecto de candidatura, sino porque ha sorprendido el papel dialogante que ha tenido como ministra de Trabajo”, afirman. “Hay interés en hablar con ella porque tienen algo en común, y es que conoce la empresa. Ella ha sido abogada laboralista, sabe cómo funciona”. 

Aseguran fuentes próximas a la dirigente que pese a que “es consciente de que pueden darse planteamientos políticos distintos”, la dirigente considera que “lo importante es conocer a las empresas”. Destacan también la “sorpresa” que generó el papel de la ministra de Trabajo en la negociación de los ERTE, donde defendió medidas dirigidas al tejido productivo, como las exoneraciones para las empresas.

En estos puntos coinciden también desde las consultorías. “En las reuniones, Yolanda Díaz se empeña en dejar claro que una cosa es la ideología y otra los acuerdos. Ella quiere desterrar leyendas y prejuicios. En el mundo empresarial, todos hablan bien de Yolanda Díaz. Es sorprendente”. 

Ana Patricia Botín o Amancio Ortega

Uno de los ingredientes para que coincida esta sintonía con amplios sectores de la empresa es el propio carácter de la ministra, pero también el clima y los modos en que dirige las negociaciones. “Lleva estos procesos con mucha lealtad, nunca ha desvelado lo que se dice en las reuniones, siempre ha ido genial", destacan.

"Si se comprometía a cambiar una ley, cumplía, y si no lo iba a hacer, te lo decía”, señala un consultor de asuntos públicos. “Nunca decía una cosa y después hacía otra. Eso tiene muchísimo valor. Hay otros ministerios que te dicen ‘lo arreglaremos’ y no sabes nada hasta que ya es tarde. Aquí cuando una cosa no podía ser, simplemente no era”.

Uno de los episodios más significativos de la buena relación que Díaz ha mantenido siempre con el mundo de la empresa fue la negociación de las medidas laborales durante la pandemia, cuando llamó personalmente a la presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, para pedirle ayuda a la hora de plantear el diseño de los erte. La alta directiva puso a trabajar a un equipo al completo. Desde entonces, la relación entre ambas es fluida. Una sintonía que choca con las tesis hasta ahora defendidas por los líderes de Podemos, que se aproximaban desde la hostilidad al gran empresariado.

En cambio, la ministra de Trabajo ha mostrado un perfil radicalmente distinto. Mientras los morados han dedicado duras acusaciones a Amancio Ortega, el presidente de la multinacional española Inditex, incluso cuando realizaba donaciones millonarias a la sanidad pública, la dirigente gallega siempre se ha abstenido de participar en estas críticas. En abril de 2020, cuando Inditex renunció a hacer un erte, Díaz tampoco dudó en alabarlo. "Le doy las gracias a esa empresa"; "es un ejemplo"; llegó a afirmar, desmarcándose por completo de sus compañeros de espacio.

La ministra tampoco ha dudado en pedir colaboración a las compañías cuando ésta podía ser de ayuda. Así, hace ahora un año, pidió a las principales patronales bancarias AEB, CECA y UNACC que adelantaran el pago de los trabajadores en ERTE, puesto que la Administración realizaba las transferencias el día 10 de cada mes. Aquel acuerdo terminó materializándose en un convenio en el que la banca se prestó a apoyar al Estado.