La portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, ha anunciado que su grupo no votará a favor del decreto del Gobierno sobre la obligatoriedad del uso de la mascarilla en exteriores, "sin una evidencia científica", ya que "nosotros no solemos avalar las decisiones" del Ejecutivo.

En declaraciones en la 1 de TVE, ha pedido al presidente, Pedro Sánchez, que les remita los informes de los expertos en los que se aconseja su uso, que analizarán, porque "lo primero es la transparencia", y tomarán después una decisión sobre el sentido de su voto.

Respecto al acuerdo para aprobar los presupuestos en el Ayuntamiento de Madrid entre el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, y el grupo Mixto, Gamarra ha señalado que demuestra que Almeida es "un grandísimo alcalde, con unos únicos socios: los madrileños".

Justificaba así que, tras no llegar a un acuerdo con Vox, ahora lo haya hecho con ese grupo, "lo que muestra su capacidad" para tener unos presupuestos que permitirán "bajar impuestos y fomentar las inversiones".

En cuanto a las relaciones del PP con Ciudadanos, ha dicho que donde se han roto ha sido "por falta de confianza y lealtad, que "depende en mucho de las personas" que encabezan esos proyectos y ha advertido sobre las declaraciones de la líder de Cs, Inés Arrimadas, quien se ha lamentado de "haber regalado" presidencias autonómicas al PP "a cambio de nada".

"Que los españoles tomen nota -ha continuado-, quiere decir que va a apoyar al PSOE" en el futuro, por lo que ha pedido "la unificación del voto" para el PP como "clave para el cambio del ciclo político".

Sobre el pleno del Congreso de hoy para aprobar definitivamente los presupuestos, ha defendido su apoyo a la enmienda de Compromis sobre las lenguas minoritarias, porque "coincide con nuestro programa político" y ha recordado al Gobierno que, cuando se está en minoría, se pueden perder votaciones, "es la lógica parlamentaria".

En cuanto al rechazo del PP a la reforma laboral y que esta cuente con la firma de la patronal, ha insistido en que "no es unánime" y que los cambios previstos "pretenden deshacer lo que ha funcionado" en el mercado de trabajo.