La Guardia Civil ha impedido esta madrugada un nuevo salto a la valla de Melilla, el cuarto de esta semana, protagonizado por un centenar de subsaharianos, en una acción en la que trece agentes han resultado heridos leves.

Los migrantes formaban parte de un grupo de 400 que han protagonizado una nueva madrugada de importante presión en el perímetro fronterizo. Según ha informado la Delegación del Gobierno en Melilla, los inmigrantes han empleado una "violencia extrema" en su intento de entrada irregular, utilizando palos, garfios y piedras, lo que ha provocado lesiones a 13 agentes de la Guardia Civil.

Algunos de ellos han acudido a urgencias para la evaluación de sus contusiones, pero, en principio, todos han sido resultado heridos leves, ha asegurado la Delegación del Gobierno, que asegura que ninguno de los migrantes ha podido entrar a la ciudad.

Este intento de entrada se ha producido en el marco de una madrugada de presión migratoria en el perímetro fronterizo de Melilla donde, pasados unos minutos de las 4.00 horas, se ha producido un intento de entrada de unos 400 subsaharianos por las inmediaciones del control de Barrio Chino.

Al detectar la aproximación de los inmigrantes, la Guardia Civil ha activado todos los medios y efectivos, incluyendo el helicóptero para la vigilancia de la valla fronteriza desde el aire, y ha requerido la colaboración de la Policía Nacional y de la Policía Local.

Sobre las 6.30 horas, un grupo de unos 100 migrantes ha rebasado a las fuerzas de seguridad marroquís y ha logrado llegar hasta el vallado, acometiendo el intento de entrada mediante el escalo, aunque este intento ha sido contenido.

La coordinación y acción conjunta de las fuerzas de seguridad de Marruecos y la Guardia Civil han neutralizado la totalidad del salto a la valla, impidiendo que se produjera el acceso a territorio nacional de ninguno de ellos, ha asegurado la Delegación del Gobierno. Se trata del cuarto intento de entrada que registra el perímetro fronterizo en solo una semana.