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Entrevista

Ximo Puig: "Pactar la financiación será imprescindible para la cohesión territorial de España"

El presidente de la Generalitat Valenciana aborda el que puede ser el principio foco de tensión territorial en 2022

El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig.

En medio de una pandemia que no da tregua, el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig (Morella, 1959), conversa con El Periódico de Catalunya, diario del mismo grupo, Prensa Ibérica, que este periódico, sobre el que puede ser el principio foco de tensión territorial en 2022: la negociación del nuevo modelo de financiación autonómica.

El Gobierno ha puesto en marcha la reforma del sistema de financiación autonómica con una propuesta que penaliza a territorios como la Comunitat Valenciana. ¿Cree que es un punto de partida para empezar a negociar?

Por primera vez desde 2013 estamos hablando con una propuesta sobre la mesa que, además, contempla la variable de población ajustada. El Gobierno ha actuado con responsabilidad abriendo el debate, pero es cierto que las horquillas que se plantean son muy diversas. Ahora cada comunidad tendrá que hacer sus propuestas, hasta el 31 de enero, desde el rigor y entendiendo a los demás. El objetivo es garantizar la suficiencia financiera mediante un reequilibrio de los recursos.

¿Cuáles serán las líneas rojas de la Comunitat Valenciana en esta próxima negociación?

La línea infranqueable es que, una vez aplicado el modelo, la Comunitat Valenciana no puede estar en una situación semejante a la actual. No puede haber una diferencia de 30 puntos entre la comunidad mejor financiada y la peor financiada. La Comunitat Valenciana tiene 12 puntos menos de renta per cápita porque recibe menos de lo que le corresponde. En definitiva, el sistema de financiación debe cumplir con la Constitución.

"No puede haber una diferencia de 30 puntos entre la comunidad mejor financiada y la peor financiada"

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Entre los presidentes autonómicos estamos viendo dos bloques: algunos homólogos suyos se reunieron en Santiago de Compostela y usted se ha reunido, por ejemplo, con los presidentes de Cataluña, Baleares y Andalucía. ¿Teme que puedan volver a tensarse las costuras del Estado autonómico?

El frentismo no soluciona el problema. Hay autonomías que tenemos mayor complicidad porque las necesidades son coincidentes, pero no se trata de buscar una solución para una comunidad en concreto, sino una fórmula que estabilice el Estado del bienestar en España y garantice la igualdad. Nadie que se considere constitucionalista puede justificar las discriminaciones territoriales que provoca el actual sistema. Y en esta cuestión estamos interpelados todos, pero muy especialmente el PP. Sin el PP será imposible el acuerdo, así que es el momento de saber qué propone el PP. Al final de este proceso tiene que haber un acuerdo, que no será feliz, pero sí imprescindible para la cohesión territorial de España. Sin acuerdos no hay democracia y se está traicionando el interés general.

El demasiado habitual clima de crispación de la política española no invita al optimismo sobre la forja de consensos transversales.

El PP y sus dirigentes están adosados ideológicamente a la extrema derecha y el miedo en el que viven hace un servicio muy negativo para la causa del país.

Usted constató con el 'president' Pere Aragonès su negativa a entrar en una negociación multilateral. Pero, en una entrevista a El Periódico de Catalunya, el 'conseller' Jaume Giró no descartó sentarse en la mesa si hay una "propuesta razonable".

No tiene mucho sentido para la defensa del interés de los catalanes no estar en las mesas en las que se deciden cuestiones fundamentales para Cataluña. Cada gobierno tiene su proyecto y su hoja de ruta, pero mientras se está en un espacio compartido hay que participar en las decisiones que se toman en ese espacio.

"Sin el PP será imposible el acuerdo, así que es el momento de saber qué propone el PP"

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¿Se han reconciliado, políticamente hablando, Cataluña y la Comunitat Valenciana?

Cataluña y la Comunitat Valenciana tienen que estar en permanente diálogo para llevar al plano institucional lo que es normal en plano económico, social y cultural. La relación tiene que basarse en el respeto a los proyectos de cada territorio, pero hay cuestiones como el Corredor Mediterráneo en las que estamos obligados a confluir, siempre que no se antepongan proyectos identitaristas a los intereses generales.

Otro de esos elementos compartidos es la lengua. Desde una comunidad que comparte una lengua con Cataluña, ¿cree que las cuotas lingüísticas en las escuelas son una buena idea?

Desde la perspectiva de la Comunitat Valenciana, el objetivo fundamental debe ser que cuando los alumnos acaben la escolarización obligatoria sepan perfectamente valenciano, castellano e inglés. Para eso tienen que impartirse asignaturas en las tres lenguas. Ese objetivo también es plausible en Cataluña.

"Tienen que impartirse asignaturas en catalán, castellano e inglés para garantizar el conocimiento de las tres lenguas"

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¿Se siente escuchado dentro del socialismo cuando enarbola la bandera del federalismo?

Es complejo hablar en España de federalismo porque mucha gente lo asocia a disgregación, cuando el federalismo es suma desde la diversidad y la pluralidad. Una España centralista no tiene futuro. Hay mucha gente, incluso en el PP, que participaría de esta visión federal, probablemente si no le llamáramos federal. Vamos hacia una Europa que nos exige concertar cada vez más. La disgregación y la atomización no tienen sentido.

Otra vía federalizante sería la descentralización de instituciones del Estado. ¿Le gusta la propuesta del Gobierno?

Las tímidas apuestas que se están lanzando en este sentido, como la del presidente Pedro Sánchez, son el camino, pero habría que profundizar mucho más y más rápidamente en ello. No es razonable que todas las instituciones del Estado estén en Madrid en un Estado compuesto como el que establece la propia Constitución. Desconcentrar las instituciones ayudaría a cohesionar el país y hacerlo más fuerte.

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