“Hoy he hecho público mi perfil de Twitter. Mi último follower es una puta, o eso parece. No sé qué hacer, tengo miedo”.

Lo escribía en Twitter, en enero de 2011, el nuevo candidato de Vox para las elecciones a la Junta de Castilla y León. Se llama Juan Manuel García-Gallardo Frings y es un abogado burgalés, hijo y nieto de prestigiosos letrados. Tiene una colección de mensajes ofensivos subidos desde su cuenta, aunque muchos han sido debidamente borrados. También el que dice lo siguiente:

“Me parece una gran idea recuperar a Raúl para la Eurocopa. Hay que heterosexualizar ese deporte repleto de maricones”.

U otro de carácter racista que decía:

“En la [línea de metro] Circular hay un jamaicano con los dientes negros al que le huele el aliento desde 6 metros de distancia”.

O este:

"Hacía años que no me robaba un gitano. Sentimiento entre impotencia y nostalgia"

Hay más. Como el día en el que atacó el concepto de igualdad escribiendo lo siguiente:

“Qué ridículo que las mujeres exijan igualdad de trato, cuando lo que quieren es seguir siendo tratadas igual de bien que hasta ahora".

En otra ocasión insultó a la política balear de Podemos Sonia Vivas, a la que contestó un tuit con un mensaje en estos términos:

"Lo dice la podemita feminazi y lesbiana por experiencia propia. Sonia Vivas, experta en penes".

Y hay otro en el que ataca felicita el año nuevo atacando incluso al reguetón:

"Vale más la pena bailar Abba con mi abuela que vosotros reggaeton con 20 guarras, feos. Feliz 2012".

Consecuencias

Acaban de cumplirse 10 años de la publicación de aquellos tuits que han sido debidamente borrados por su protagonista. No hay ya ni rastro de aquellos deleznables tuits que, como muchos otros subidos en aquella época, han tenido consecuencias. Consecuencias dispares. Mientras la opinión pública ha manifestado su rechazo generalizado a aquellos mensajes, desde Vox han hecho tabla rasa. No sólo eso; han disculpado aquellas soflamas y han celebrado que la polémica suscitada les haya servido de campaña publicitaria para dar a conocer a su nuevo candidato. 

Juan García-Gallardo Frings es la apuesta del partido de la ultraderecha para hacerse con el gobierno castellanoleonés el próximo mes de febrero. Se va a presentar por Valladolid, donde los sondeos le dan a la formación que lidera Santiago Abascal unos excelentes resultados: en torno a los diez procuradores. Afiliado a la formación en 2020, es abogado penalista y gran aficionado a la hípica.

Juan García-Gallardo Frings es un joven de 30 años que no tiene ningún tipo de experiencia política, pero sí una dilatada trayectoria como abogado. Trabaja en el despacho García-Gallardo, fundado en 1957 por su abuelo, de nombre Juan Manuel García-Gallardo del Río. El siguiente abogado de la saga fue el hijo del fundador, Juan Manuel García-Gallardo Gil-Fournier, que es el actual propietario del bufete. Un hombre que comenzó a ejercer la abogacía en 1982, tras haber terminado la carrera de Derecho con Premio Extraordinario de Licenciatura y el Premio “La Ley” al mejor expediente académico de su promoción. El veterano abogado comparte ahora despacho con su hija Beatriz y con el susodicho nuevo candidato de Vox.

Su hijo Juan, flamante candidato del partido ultraderechista, es graduado en Derecho con Diploma en International Legal Studies (E-1), por la Universidad Pontificia de Comillas, donde cursó, además, el Doble Máster de Acceso a la Abogacía y Derecho de Empresa (Icade-Deusto). Asegura que domina el inglés y alemán, además de acreditar conocimientos de francés. Al igual que Albert Rivera, cuenta con formación en debate, habiendo ganado competiciones colectivas a nivel autonómico y participado con éxito en varios torneos, incluido el campeonato mundial de debate en español celebrado en Madrid en el año 2013.

Corrupción del PP

Tanto García-Gallardo Frings como su padre son dos populares penalistas a los que se le conocen numerosos casos relacionados con personajes de la política. desde pesos pesados del Partido Popular a la familia Ruiz Mateos. El progenitor llevó el caso del fallecido Tomás Villanueva, exvicepresidente de la Junta y exconsejero de Economía, que había sido imputado en los casos Perla Negra y Trama Eólica. Villanueva falleció antes de que se resolviese esta doble imputación.

Años antes defendió al expresidente de las Cortes de Castilla y León, José Manuel Fernández Santiago (también del PP), de presuntos delitos de prevaricación y cohecho en la trama Gürtel por la adjudicación de la variante de Olleros de Alba. Un cargo al que ahora, paradójicamente, aspira el hijo del abogado. Aquella causa fue archivada, aunque sí que fue condenado el exdiputado y exvicepresidente de la Junta, Jesús Merino, que cobró comisiones por influir en la adjudicación de esa variante.

No obstante, ni padre ni hijo han militado nunca en el Partido Popular ni, según ha podido saber 'El Periódico de España', han cobrado nunca minuta alguna a ningún partido político. Su defensa se ha circunscrito a particulares que han militado o acreditado un cargo dentro del Partido Popular, pero en ningún caso han llevado la defensa de esta formación política. De hecho, en los últimos tuits de García-Gallardo Frings hay varios ataques a Pablo Casado. "Ojalá hubieras aprovechado mejor las oportunidades académicas que te dieron tus padres en lugar de dedicarte a colocar las sillas en los mítines del PP", le espetaba el abogado a Pablo Casado en marzo de 2021 por Twitter.

Ruiz-Mateos

En la trayectoria profesional del nuevo candidato de Vox aparecen otros nombres conocidos. García-Gallardo Frings consta como abogado en sentencias de procesos judiciales contra la familia Ruiz-Mateos. Fue su padre el que llevó la defensa de la conocida familia de empresarios jerezanos, consiguiendo que se aplazase el juicio por estafa contra los 6 hermanos en 2019. Pero padre e hijo forman parte del mismo gabinete. El nombre del joven candidato de Vox aparece en algunos documentos como letrado de la familia. Es el caso de este recurso de casación que data de 2018.

Cuando se conoció el nombramiento de Juan García-Gallardo Frings como nuevo candidato de la formación de Abascal, su cuenta de Twitter registró un repunte de popularidad. Obtuvo más de mil seguidores en pocas horas. Pero la hemeroteca no perdona, y fueron muchos los usuarios que procedieron a hacer arqueología tuitera y sacaron de su timeline numerosas intervenciones reprobables y rayanas en el delito. En sus intervenciones emplea especial saña contra el colectivo LGTBI, a los que suele referirse como "maricas y julandrones"'El Periódico de España' ha intentado ponerse en contacto con Juan García-Gallardo Frings. Hemos solicitado una entrevista al responsable de comunicación de Vox, aunque no hemos obtenido ningún tipo de respuesta.