El president Pere Aragonès ha defendido este miércoles la jerarquía de las comarcas de los Pirineos para decidir si quiere optar o no a unos Juegos Olímpicos (de invierno, el año 2030) y, al tiempo, ha aseverado que la candidatura que iba a trazar su Govern, si en la consulta popular gana el 'sí', meramente técnica. Y en este apartado no descartó ninguna colaboración con Aragón, pero siempre bajo ese criterio técnico, es decir, “de ver qué infraestructuras se precisan y cuáles son las mejores ubicaciones”. Ninguna cesión de protagonismo, pues.

Aragonès, en la sesión de control, orilló todo intento de Ciudadanos de abrazar una candidatura conjunta “y en igualdad de condiciones” con la comunidad vecina. Con la reunión con el presidente aragonés, Javier Lambán, el próximo viernes, a la vista, el president insistió en que la candidatura es catalana y para servir a las comarcas pirenaicas. No lo dijo, pero miembros del Govern explican ‘sottovoce’ que se sienten fuertes por cuanto el Comité Olímpico Internacional (COI) “quiere a Barcelona”. Es decir, la marca de la ciudad es lo suficientemente fuerte como para desafiar, incluso, los deseos del Estado por enlazar Cataluña al resto del Estado con un nuevo aliciente olímpico.

Juegos sin nieve

Desde el otro lado del arco parlamentario, la CUP y los comuns aceraron sus críticas por motivos ambientales y económicos. De hecho, Jéssica Albiach, tras aprobar los presupuestos de la Generalitat, hizo suyo buena parte del argumentario de la CUP para oponerse a esas cuentas. A saber, la apuesta por los macroproyectos, como los propios juegos olímpicos, pero también “el mega-casino de Tarragona y la ampliación del aeropuerto de El Prat”.

Junts, por su parte, puso sobre la mesa el diálogo con el Estado por el conflicto catalán. Una vez más vituperó la mesa de diálogo “que no de negociación, porque Pedro Sánchez nunca ha tenido intención alguna de negociar” y acogiéndose a las palabras del propio Aragonès, en su discurso de Sant Esteve, le emplazó a construir ya una alternativa para llegar a la independencia.

Mesas de diálogo

Aragonès respondió, en la línea de lo publicado este miércoles por El Periódico, que el 2022 era el año en que había que “empezar a desbloquear el conflicto, con toda la movilización del independentismo”. El líder de la oposición, Salvador Illa, por su parte, tras comprobar que Aragonès se reunirá con partidos y entidades independentistas, coincidiendo con el primer aniversario de las elecciones del 14-F, pidió cita al president. Y este le dijo que sí, que "obviamente".