El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, defendió ante el juez de la Audiencia Nacional que investiga los presuntos encargos ilícitos de la eléctrica a José Manuel Villarejo que hasta el estallido de la causa desconocía la existencia del comisario y su grupo empresarial, CENYT, descargando toda la responsabilidad de contratarle en el que fuera el jefe de Seguridad de la mercantil, Antonio Asenjo: "Él era autónomo y no dependía de mí".

Así lo manifestó en la declaración que prestó el pasado 18 de enero ante el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 6, Manuel García-Castellón, como imputado por presuntos delitos de cohecho activo, contra la intimidad y falsedad en documento mercantil, a la que ha tenido acceso Europa Press.

"Jamás lo he visto, jamás he conocido de su existencia hasta que en los medios de comunicación salió", dijo sobre Villarejo, para añadir que tampoco conocía a CENYT. "Iberdrola es una sociedad que tenemos 19.000 proveedores (...) Obviamente, conocer las 19.000 empresas que trabajan para Iberdrola es técnicamente imposible", ilustró.

Asimismo, negó cualquier conocimiento de los encargos que Asenjo le habría hecho a Villarejo. "Ni ordené ni autoricé ni conocí nada relativo a este señor", afirmó, desmarcándose así de "las acciones buenas o malas que haya tenido el señor Asenjo".

A este respecto, Sánchez Galán quiso recordar que Asenjo "ha sido cesado porque contrató de una manera, al parecer, que no era la correcta" y que, tras salir a la luz pública las presuntas acciones del ex directivo, Iberdrola hizo "una investigación exhaustiva".

Según explicó, Asenjo, como jefe de Seguridad, tenía "total autonomía" para tomar decisiones y contratar dentro de su ámbito de competencia y de las líneas generales marcadas por la cúpula. "No es un mandado", recalcó.

Iberdrola, expuso Sánchez Galán, cuenta con "un sistema descentralizado en el que los directores tienen autonomía y tienen que tener iniciativa para tomar las medidas que consideren oportunas".

Él, como presidente, se encarga "de la estrategia, de la organización y de la supervisión", así como de conseguir los recursos económicos para ejecutar esas estrategias. "Yo me paso la vida hablando con inversores", resumió.

Se desliga del espionaje a Pizarro y Florentino

García-Castellón hizo un repaso de los cinco proyectos que Villarejo habría hecho para Iberdrola desde 2004 y por los que la estructura societaria del comisario se habría embolsado más de un millón de euros.

Preguntado por 'Black Board' o 'B-B', supuestamente dirigido a conseguir información comprometedora sobre Manuel Pizarro, presidente en aquellos momentos de Endesa, el gran rival de Iberdrola en el sector eléctrico, lo negó tajantemente.

"Entre otras cosas, porque no me interesa", respondió para contextualizar que el calificado de "conflicto" era una OPA de GAS Natural hacia Endesa donde Iberdrola solo se había comprometido a comprar "algunos activos" de la operación si tenía éxito. "No hicimos nada contra Endesa ni todo lo contrario", aclaró.

Además, subrayó que de Pizarro tiene "la mejor opinión, tanto a nivel personal como profesional". "Me pareció siempre un competidor absolutamente, digamos, de primera", apuntaló.

De la misma forma, sostuvo que desconocía por completo los proyectos 'Gipsy' y 'Posy', relativos a Florentino Pérez y una segunda persona que se sospechaba estaba infiltrada en Iberdrola para obtener información para el presidente de ACS. "Si los hubiera conocido, no lo hubiese autorizado", insistió.

El juez "cree que no tiene sentido"

Sin embargo, García-Castellón cuestionó la versión de Sánchez Galán llamando la atención sobre el hecho de que "ningún jefe de seguridad se atrevería siquiera a tocar a gente tan importante como el presidente de Endesa". "No tiene mucho sentido, compréndalo usted. Y por eso le estoy preguntando", indicó.

Ante la insistencia del magistrado por conocer si el presidente de Iberdrola había ordenado los trabajos de Villarejo sobre sus rivales, Sánchez Galán aseveró que "jamás hubiera autorizado" un encargo de tal naturaleza porque, según declaró, él mismo ha sido espiado.

"Este juzgado tiene información sobre esos espionajes a mi persona por parte del señor Villarejo", señaló para rogar al instructor que investigara su caso, si bien García-Castellón le recordó que esa no era la razón por la que en esta oportunidad acudía a la AN.

Sánchez Galán hizo hincapié en que le parece "absolutamente deplorable y no admisible" una práctica de la que -reiteró- se enteró por medio de su abogado. "Condeno con la misma rotundidad que me espíen a mí que nosotros espiemos a alguno. Jamás lo hubiera autorizado. Tengo el máximo respeto por la privacidad de las personas", dijo.

El juez también le confrontó con los extractos de las conversaciones grabadas por Villarejo donde él y Asenjo se refieren a un "señorito" al que comunicar las cosas, pero Sánchez Galán rehusó comentar charlas en las que no ha participado. "Vengo aquí a hablar de lo que sé, no de lo que terceras personas han hablado", zanjó.

El informe de Del Olmo

El instructor también se interesó por el informe que el ex director de Control de Funciones Corporativas José Antonio del Olmo realizó en diciembre de 2004 denunciando supuestas irregularidades en relación con las contrataciones a Villarejo y que depositó ante notario, un 'dossier' que la eléctrica tacha de falso.

En este punto, Sánchez Galán planteó por qué, "si es que consideraba que era irregular", no lo denunció en ese momento ante sus jefes o a través del "camino paralelo de denuncias" que había al margen de la línea jerárquica o, en años posteriores, mediante los "sistemas anónimos" de denuncia interna.

Conforme declaró, le hubiera "encantado" que Del Olmo "hubiera venido corriendo" para decirle a sus jefes que conocía la contratación de CENYT. "Pero se calló. Y si ellos no lo contaron, nosotros no sabíamos de la existencia del tema y no podíamos dar la alarma", justificó.

Al hilo, recriminó a Del Olmo que "si hubiera dicho: 'Aquí hay una irregularidad', no estaríamos aquí". "La compañía está damnificada porque un señor ha hecho las cosas mal y, por tanto, la compañía se defiende contra este señor", remató.

"Desmarque permanente"

En el interrogatorio llevado a cabo por el fiscal anticorrupción Miguel Serrano también hubo algún choque verbal con Sánchez Galán, al que reprochó un "desmarque permanente" sobre "asuntos estratégicos", como los encargos a Villarejo, después de que el acusado los tildara de "cuestiones menores".

"Créame que es usted muy didáctico sobre estas cuestiones de macro organización empresarial, pero fíjese que no le estoy preguntando por cuestiones menores aunque usted las califica como tal. Lo cierto es que, en un mundo de hiperliderazgo los jefes conocen hasta los más mínimos detalles, como usted ha demostrado en todos los ámbitos", espetó Serrano.

Sánchez Galán, tras agradecerle "muchísimo la imagen que tiene sobre los líderes empresariales", le contestó de forma rotunda: "Yo estoy metido en foros muy importantes a nivel mundial con los mayores líderes y le aseguro que de ese tipo de detalles ninguno de mis colegas tiene información".