La dirección de Pablo Casado considera que la batalla interna que le presentó Isabel Díaz Ayuso a finales del año pasado responde, “en gran medida”, a intentar “tener poder en el partido y sentirse arropada por el PP para frenar la investigación sobre el posible cobro de comisiones irregulares de su hermano, Tomás Díaz Ayuso. La dirigente madrileña lleva pidiendo, desde la última semana de agosto, la convocatoria cuanto antes del congreso del PP de Madrid para que ella pueda coger las riendas del partido. Esa exigencia ha enturbiado varios cónclaves de los conservadores (la convención de septiembre, el congreso provincial de Castilla-La Mancha...) y ha trasladado una imagen de debilidad de Casado, que se ha negado a concederle ese deseo.

Fuentes de la dirección de la formación conservadora admiten que intentaron obtener información sobre un contrato de mascarillas que el Gobierno de la Comunidad de Madrid firmó con una empresa “de un amigo” de Ayuso del pueblo de Sotillo de la Adrada (Ávila). El empresario, íntimo de la presidenta y de su hermano, obtuvo ese negocio por 1,5 millones de euros.

Según esas fuentes, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, convocó a Ayuso en la sede de Génova “en octubre”, para pedirle que le aclarara los “rumores” que habían llegado a la cúpula sobre el posible cobro de una comisión irregular de "200.000 euros" por parte de su hermano. García Egea le recordó el compromiso de Casado con la ejemplaridad y la lucha contra la corrupción y que era necesario comprobar que no se hubiera cometido alguna irregularidad en la adjudicación para "evitar ese posible daño para los dos". Ni en esa cita ni en los días posteriores ni Ayuso ni el hermano disiparon las dudas con papeles ni información nueva.

En la sede principal del partido niegan la contratación de detectives y el "espionaje" para alcanzar ese objetivo, pero sí admiten que intentaron obtener datos. “Si los hubiéramos tenido, habríamos ido ya a la fiscalía”, asegura un portavoz oficial.

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En el equipo de Casado se ha visto el pulso constante por la convocatoria del congreso del PP de Madrid como un intento de desactivar la búsqueda de información sobre su hermano mientras que en la Puerta del Sol se considera que Génova ha hecho "guerra sucia" al tratar de encontrar información comprometedora sobre Ayuso. Según ha publicado 'El Mundo', una empresa municipal de Ayuntamiento, la Empresa Municipal de Vivienda (EMV), intentó contratar a unos detectives para obtener información que pudiera comprometer a Ayuso y su hermana, al que que el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha negado esta misma mañana.