El Gobierno, inevitablemente, ha perdido todo el foco, porque desde el pasado miércoles por la noche, tan solo tres días después de las elecciones en Castilla y León, se ha desplazado sobre el PP. Sobre su agotadora y trepidante guerra interna que probablemente concluya con la caída de Pablo Casado y la convocatoria de un congreso nacional del partido que encumbre al presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo. Pedro Sánchez ha dado orden de no hacer sangre, de no inmiscuirse en la lucha interna que vive el principal partido de la oposición. Pero a cambio el Ejecutivo quiere seguir exhibiendo gestión, contrastar su labor frente al "ruido" inacabable que inunda el PP, y hurgar en la herida que tiene ya una vertiente judicial: las presuntas comisiones irregulares que cobró Tomás Díaz Ayuso, hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid.

"Absoluto respeto a los procedimientos internos", sentenció la portavoz del Gabinete, Isabel Rodríguez, tras la reunión ordinaria del Consejo de Ministros de este martes. "El Gobierno está en lo importante", siguió la ministra, subrayando las dos medidas estrellas del Gobierno aprobadas hacía minutos: el alza del salario mínimo interprofesional a mil euros (un 33,5%) y un incremento de las becas de un 45%. "Hechos frente al ruido", "incontestable", presumió.

"Lo importante es subir el SMI, subir las becas, seguir generando empleo. El Gobierno está gobernando, aportando estabilidad a este país. Pero como hemos manifestado, nos preocupa aquello que tiene que ver con posibles irregularidades o causas de corrupción y esperamos que se puedan resolver cuanto antes", abundó Rodríguez. La portavoz, por tanto, estaba haciendo hincapié en la "estabilidad", el capital político al que ayer también apuntaba Sánchez, y en las acusaciones de corrupción de Isabel Díaz Ayuso, justo el punto en el que los aliados del Ejecutivo quieren que se ponga el foco.

"Lo importante es subir el SMI, subir las becas, crear empleo. El Gobierno está gobernando, aportando estabilidad a este país", dice la portavoz

La ministra, por descontado, garantizó que el Gobierno colaborará con la Justicia en todo aquello que le demande, ahora que se conoce que la Fiscalía ha abierto diligencias para investigar, tras las denuncias presentadas por el PSOE, Más Madrid y Podemos, el contrato de Priviet Sportive al que la Comunidad de Madrid adjudicó a dedo la compra de 250.000 mascarillas en la primera ola de la pandemia, en abril de 2020. Contrato del que se benefició el hermano de la presidenta regional.

Cambio "total" en el PP

Rodríguez apuntó a esas supuestas irregularidades incluso cuando se le preguntó si preocupa al Ejecutivo que a Casado le suceda un líder más "pujante" como Feijóo. "Lo único que inquieta al Gobierno desde el punto de vista de la calidad democrática de nuestro país es que el PP sea incapaz de desprenderse de la corrupción y que esos mismos despachos que ya están sentenciados por corrupción sigan estando ocupados por personas que no se desprenden de esa lacra", se limitó a contestar. Y le inquieta todo esto al Ejecutivo porque "afecta a la credibilidad de nuestro país" y también a su "reputación" y a la misma democracia. De ahí que reclame que se aclaren los "hechos" lo antes posible.

"Lo único que inquieta al Gobierno desde el punto de vista de la calidad democrática de nuestro país es que el PP sea incapaz de desprenderse de la corrupción", proclama Rodríguez

Es ese el yunque en el que quieren golpear los socialistas, conscientes de que esa sigue siendo la debilidad del PP, de sus siglas, al margen de quién lo lidere. Fuentes del Ejecutivo, no obstante, reconocieron que la llegada de Feijóo podría ser un cambio "total" en el PP. Él es considerado por el Gobierno como un "buen político y un gran adversario", informa EFE.

Mientras tanto, las relaciones institucionales del Ejecutivo con el principal partido de la oposición seguirán como hasta ahora. "De momento", dijo Rodríguez, Casado "sigue siendo el interlocutor que el PP tiene como responsable político". Más allá de eso, añadió, "que la derecha se organice como buenamente pueda".

El todavía líder del PP mantiene a estas horas su pregunta para el presidente en la sesión de control de mañana miércoles. Pero el que sí que no intervendrá en el pleno es su número dos, Teodoro García Egea. Su pregunta dirigida a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, la asumirá el diputado Diego Movellán.

Por ello se le preguntó a Díaz, este martes presente en la rueda de prensa en la Moncloa. Ella tampoco quiso salirse del guion marcado. Subrayó que es "muy respetuosa" con las organizaciones políticas y con las personas, más aún en un momento de "máxima delicadeza" como el que vive el PP. También expresó su "respeto" a Egea, más allá de los "debates acalorados" y los "cruces de datos" que ambos se han intercambiado en las sesiones de control. Le compete a los populares, recordó, decidir tanto su futuro como quién interpela al Ejecutivo.

Sánchez, por su parte, siguió con su agenda. Antes de la comparecencia posterior al Consejo de Ministros, le entregó la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio al cantautor Joan Manuel Serrat en la Moncloa, y por la tarde viaja hasta Extremadura, para celebrar la fusión de los municipios pacenses de Don Benito y Villanueva de la Serena, respaldada por los vecinos de ambas localidades el pasado domingo, aunque al límite.