Cada hora que pasa pierde apoyos. Pablo Casado está viendo este martes cómo sus compañeros de partido más cercanos, los que le habían acompañado a llevar los avales el primer día que decidió presentarse a las primarias en 2018 (Belén Hoyo), inspiradores políticos de décadas (Adolfo Suárez Illana), sus cargos de confianza (José Luis Martínez Almeida) e incluso sus jefes de gabinete (Pablo Hispán) quieren que se vaya. Esperan que facilite la convocatoria de un congreso extraordinario para elegir a un nuevo líder del PP.

El presidente de los conservadores está asistiendo este martes a un goteo de abandonos, que llega un día después de que Casado no dimitiera ni reaccionara de manera urgente a la situación de "colapso" en la que muchos ven el partido tras la guerra fratricida abierta con Isabel Díaz Ayuso. Una batalla en la que ella le ha acusado de espiarle y buscarle trapos sucios y él le ha arrojado la sombra de la corrupción por unos contratos a dedo firmados por el hermano de la presidenta, Tomás Díaz Ayuso, con la Comunidad de Madrid.

Todos esos diputados mencionados y Almeida, además alcalde de Madrid, vieron cómo este lunes Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso escenificaban su alianza para enseñarle al dirigente de los populares la puerta de salida. Los dos barones con más poder en estos momentos en la formación acordaron el domingo que la etapa de Casado al frente del PP ha acabado. Almeida ha anunciado en una rueda de prensa al mediodía que abandona el comité de dirección y su cargo de portavoz nacional del PP para centrarse en el Ayuntamiento.

Feijóo, que se ha erigido en portavoz de los barones críticos y se ha coordinado con Juanma Moreno Bonilla (Andalucía) y también Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León) desde que estalló la crisis, el jueves pasado, ha estado estos días tomando el pulso al partido para saber cómo estaban viviendo los altos cargos el mayor terremoto de la historia del PP. Según fuentes conocedoras de las múltiples llamadas cruzadas, Feijóo tenía ya el fin de semana el apoyo de "11 presidentes regionales". En las últimas horas se están sumando los que faltan y uno que muestra el alcance del desmoronamiento: el presidente de Murcia, Fernando López Miras, casadista y, sobre todo, fiel al secretario general, Teodoro García Egea, también ha decidido que lo más conveniente para el partido en estos momentos es convocar un congreso.

A todos ellos, a todos los presidentes autonómicos del partido (menos a Ayuso, que no tiene las riendas del PP de Madrid) los ha convocado Casado este miércoles por la tarde en Madrid. Esa cita, anunciada este martes por la mañana, es la reunión más importante a la que se va a enfrentar el líder del PP. Allí, en privado, sin micrófonos, todos los barones podrán decirle al jefe de las filas populares que lo mejor para su futuro es que no espere más y convoque él mismo el congreso extraordinario cuanto antes. Para dar ese paso, los estatutos de la formación marcan que se haga en una junta directiva nacional, un órgano que Casado dijo el lunes que se reuniría la semana próxima.

Carta firmada por siete diputados

Las grietas en el partido son múltiples y a todos los niveles. Algunos se lo están diciendo desde hace días en las teles (como Cayetana Álvarez de Toledo) y otros han esperado a hoy y lo han hecho por carta. Hispán y Suárez Illana han unido sus firmas en una misiva a otros cinco diputados (Guillermo Mariscal, José Ignacio Echániz, Sandra Moneo, Carlos Rojas y Mario Garcés), exigen a Casado la destitución del secretario general, Teodoro García Egea, y la necesidad de convocar "de manera urgente" un congreso extraordinario.

García Egea fue durante las primeras horas la destitución más reclamada por los barones críticos para intentar cerrar la crisis, algo que dejó de ser moneda de cambio el sábado. Ayuso considera al número dos de Casado como el urdidor de la operación para espiarla, a ella y a su familia, en busca de información comprometedora con la que poder chantajearla con el objetivo de que la política madrileña dejara de pedir que se celebrara el congreso del PP de Madrid.

Esa misiva de los siete diputados ha llegado después de que varios parlamentarios más hayan anunciado por la mañana en las redes sociales su ruego a Casado de que ceje en su empeño y facilite el relevo. Entre otros, se han manifestado Ana Belén Vázquez, Celso Delgado, Marta González y Javier Bas, los cuatro, diputados gallegos, como Feijóo, la esperanza blanca del PP en estos momentos.