El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversó este sábado con sus cuatro antecesores vivos en el cargo para "compartir información" con ellos sobre la guerra en Ucrania y pedirles una reflexión, y también poner en valor la "experiencia acumulada" de todos ellos, que suman más de tres décadas de gestión, según informaron a este diario este sábado fuentes de la Moncloa.

Las llamadas de Sánchez a los cuatro expresidentes —Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy— se sucedieron durante todo el día. Tomó la decisión de descolgar el teléfono, explican en su equipo, para "poner en valor la experiencia acumulada", pero también "por respeto institucional", para "compartir la información" sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania y para escucharles. Porque a todos ellos les pidió "una reflexión".

En el Ejecutivo ponen en valor el "enriquecimiento" que supone el intercambio de impresiones con quienes han dirigido el país, del PSOE y del PP, durante 36 años

En la Moncloa se muestran muy satisfechos por el resultado de esas conversaciones: todo discurrió "muy bien" y los cuatro exlíderes se mostraron "muy agradecidos" por la llamada y por escucharles. El contacto con ellos seguirá, así que este gesto podría tener "continuidad". No se piensa, no obstante, en visualizar esa unidad a través de una reunión o de un acto, pero sí se recalca en el Gobierno la importancia del hecho en sí mismo y del "enriquecimiento" que supone una conversación con quienes han dirigido el país desde 1982, más allá de su extracción política. Es decir, Sánchez quería apelar a su experiencia en una situación crítica para Europa, el más grave conflicto desde la II Guerra Mundial.

Comparecencia el miércoles en el Congreso

Lógicamente, la llamada tiene una lectura política. El presidente busca fortalecer su imagen de estadista, galvanizar el mensaje de unidad de las fuerzas políticas, de suma de los dos grandes partidos que han liderado España, PSOE y PP. Ya conversó el jueves con el todavía líder de los populares, Pablo Casado, mientras el ministro de Exteriores se mantiene en contacto con los grupos. Además, el jefe del Ejecutivo dará cuenta de la situación el próximo miércoles, 2 de marzo, en el Congreso de los Diputados.

La relación de Sánchez con Zapatero sí es totalmente frecuente y fluida. Con González había sido tirante o, directamente inexistente, hasta que ambos retomaron el diálogo en el verano pasado. El patriarca socialista acudió incluso al 40º Congreso Federal del PSOE, en octubre de 2021 y en València, para mostrar su respaldo al presidente y secretario general, aunque también para mostrar sus diferencias. La interlocución con Rajoy se reforzó mucho en la última etapa del mandatario popular en la Moncloa, a consecuencia del 'procés' y la aplicación del artículo 155. Ambos fueron de la mano. Pero no se conocía, al menos hasta ahora, ningún contacto privado con Aznar.

Uno de los expresidentes consultados por Sánchez aplaude la iniciativa, gracias a la que le pudo expresar su "pleno respaldo a la posición del Gobierno"

Uno de los expresidentes consultados por Sánchez reconoce a este diario que ha sido una "muy buena iniciativa" del jefe del Ejecutivo, que le informó de la situación, le planteó los "temas esenciales" y le prometió que seguirían hablando. Este exmandatario le ratificó su "pleno respaldo a la posición del Gobierno" y le agradeció la llamada, que duró "entre diez y quince minutos".

Sánchez ya fijó la posición del Ejecutivo el pasado jueves, a las pocas horas del ataque de Rusia a Ucrania: expresó su "rotunda" condena a una agresión grave e "injustificada", advirtió a Vladímir Putin que sus actos no quedarán "impunes", le exigió que ponga fin a las hostilidades y que revoque el reconocimiento de la independencia a los territorios del Donbás. Y admitió que el conflicto tendrá impacto económico, sobre todo en los mercados energéticos, que los aliados intentarán mitigar en la medida de lo posible. España pone en valor la acción coordinada con la UE y con la OTAN y la imposición de severas sanciones a Moscú. Pero no habrá intervención militar porque no puede haberla, ya que Kiev no es miembro de la Alianza. España, subrayó, defenderá la legalidad interancional, se "desvivirá" por el restablecimiento de la paz y se mostrará "solidaria con las poblaciones afectadas por este conflicto".