El pacto con Vox en Castilla y León soliviantó y preocupó a algunos dirigentes del Partido Popular Europeo (PPE) y estos días las llamadas entre los dirigentes españoles y sus compañeros de filas europeos se han multiplicado. Fuentes de la dirección transitoria de la formación española han explicado que les han dado algunos argumentos para justificar ese acuerdo en esa comunidad autónoma: la guerra y la pandemia. Se da la circunstancia de que Esteban González Pons, eurodiputado, es ahora el presidente del comité organizador del congreso que entronizará a Alberto Núñez Feijóo, así que esa comunicación ha sido fluida.

"La prioridad es dar estabilidad (...) No sería buena una nueva convocatoria electoral", han apuntado esas fuentes que destacaron que los bombardeos de Vladimir Putin han llegado a 25 kilómetros de la frontera de la OTAN y la Unión Europea. El presidente del Partido Popular Europeo (PPE), Donald Tusk, llegó a decir la semana pasada que veía el acuerdo entre Alfonso Fernández Mañueco y Vox en Castilla y León como una "triste sorpresa" y mostró su deseo por que sea "un incidente" y no una tendencia en España. Fuentes de la dirección transitoria subrayan que Tusk "está de salida" y dejará de presidir el PPE en las próximas semanas.

El político polaco no acudirá al congreso extraordinario que los populares españoles celebrarán el 1 y 2 de abril en Sevilla, pero sí lo harán Manfred Weber, jefe del grupo parlamentario en la Eurocámara; Roberta Metsola, presidenta de la Eurocámara; y Margaritis Schinás, vicepresidente de la Comisión Europea. Esa participación, según el PP, es una muestra de que la formación a nivel europeo "da un apoyo sin fisuras" a Feijóo.

La ultraderecha en Europa

El PP considera que el dilema sobre qué hacer ante las fuerzas de ultraderecha es un "debate vivo" en la Unión Europea. El equipo que dirige actualmente el partido hasta llegar al congreso no ha querido aclarar si este pacto con Vox en Castilla y León va a ser la norma o ha sido la excepción. El próximo año, en las elecciones municipales de 2023, esa posible suma entre los dos partidos de derechas se puede dar en centenares de ayuntamientos y Feijóo, el futuro líder, deberá marcar una directriz.