El PSOE hiperventila de nuevo. Lo ha hecho muchas veces a lo largo de la legislatura. Sobre todo durante la pandemia. Pero, a pesar de la sucesión de catástrofes que ha tenido que gestionar el Gobierno, la situación parecía controlada. La economía crecía y España encaraba un proceso de cambio, gracias al maná de los fondos europeos. Estabilidad (dentro de un orden para un Ejecutivo sin mayoría parlamentaria) y creación de empleo. No era una mala carta de presentación para encarar las próximas elecciones generales. Además, con un líder de la oposición, todavía Pablo Casado, que no era percibido por los españoles como una alternativa.

Pero el 24 de febrero Vladímir Putin invadió Ucrania y todas las previsiones dieron una vuelta de campana. Las primeras semanas, explican fuentes socialistas, se produjo una leve luna de miel del electorado con el PSOE. El impacto del conflicto y la decisión de distanciarse de Unidas Podemos, en asuntos como el envío de armas al pueblo ucraniano o el aumento del gasto militar, fortalecieron la marca. Ese repunte duró poco. La semana pasada el Gobierno atravesó días muy complicados con la huelga del transporte y el retraso a la hora de ofrecer una respuesta. No faltan críticas en el partido y en el Gobierno a la gestión que ha hecho de este tema la ministra Raquel Sánchez.

Este estado de estrés se ha rebajado con el resultado del Consejo Europeo, que permite al Ejecutivo actuar para que el alto precio del gas en el mercado internacional no marque el precio de la luz, y las medidas aprobadas el martes en el Consejo de Ministros. Con más o menos premura, el Gobierno ha actuado ante el incremento del coste de la gasolina. Pero lo relevante, porque ha tirado de la escalada de la inflación, será la intervención del mercado de la energía en España y Portugal, que debe avalar la Comisión Europea.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el pleno de este miércoles en el Congreso. EP

La amenaza de la inflación

La inflación es, en estos momentos, la principal amenaza para el Gobierno, junto a las consecuencias económicas del conflicto en el este de Europa, mucho más visibles ahora. Los ciudadanos lo han notado en la factura eléctrica, con varios meses consecutivos de subidas, y en el aumento del precio de los alimentos. Si esto no se corrige, indican en el PSOE, de nada servirán los esfuerzos del Ejecutivo para elevar y sostener las rentas bajas con el Ingreso Mínimo Vital o las sucesivas subidas del Salario Mínimo Interprofesional"Cada vez es más caro llenar el carro en el supermercado".

En Moncloa reconocen que "nos preocupa y nos ocupa" la inflación, pero "creemos que es coyuntural", que bajará "con las medidas que hemos tomado y el desacople del gas del precio de la luz". Y que se notará también en el precio de los alimentos. Son semanas e incluso meses de incertidumbre. A oscuras en medio de un túnel. Una situación que remite a aquellos primeros tiempos de la pandemia, donde a pesar de los mecanismos de rescate, se temía por una caída de la economía -que los ERTE se convirtieran en ERE- que finalmente no se produjo. Pero el clima de pesimismo es parecido. Con el agravante de una posible subida de los tipos de interés.

El comportamiento del consumo

La clave más inmediata, apuntan fuentes de la organización, será el consumo. "Una parte importante de los españoles han ahorrado por las medidas restrictivas que se tomaron en la pandemia y por el temor al contagio en las sucesivas olas de coronavirus". "Hay algo de riñón" en las clases medias. "Si hay miedo a las consecuencias de una desaceleración, se notará ya en las salidas de Semana Santa". El dato de ocupación hotelera, señalan en el PSOE, puede ser un termómetro. Y aunque vaya bien, no se descarta que por la repercusión de las sanciones a Rusia, haya que bajar el dato de crecimiento económico y se resienta la generación de empleo.

Moncloa no quiere calibrar este escenario en términos electorales e incluso asegura que si la guerra acaba con un acuerdo entre las partes, que se está negociando, se podrían aminorar las medidas de la UE contra Rusia. Pero el camino hacia las elecciones, a día de hoy, no parece despejado sino con mucha maleza de por medio, a pesar de que el porcentaje de voto ha ido lentamente creciendo desde enero pasado. Fuentes del partido asumen que la situación con la que se acuda a las urnas será distinta, en función del resultado de todas las decisiones que se han tomado estas semanas. "Será de resistencia o de dificultad".

Pedro Sánchez pide "apoyo y unidad" para afrontar la situación internacional

Pedro Sánchez pide "apoyo y unidad" para afrontar la situación internacional. Agencia ATLAS | EFE

A diferencia de lo que sucedió en 2010, sostienen, cuando la falta de reacción de José Luis Rodríguez Zapatero le convirtió en un emblema de la crisis económica, ahora la opinión pública comprende que lo que ocurre no es culpa del Gobierno. "Se nos va a medir por la respuesta que demos a los problemas". "La batalla es que la gente perciba que estamos actuando, que ofrecemos soluciones, como sucedió en la pandemia".

"Con Sánchez o contra Sánchez"

En Unidas Podemos rechazan situarse en una lectura en que todo es desfavorable para el Ejecutivo de coalición. No porque se nieguen las complicaciones que atraviesa el Gobierno -como en el resto de Europa, recuerdan- si no por la imposibilidad de adivinar el contexto nacional e internacional que existirá cuando Pedro Sánchez convoque elecciones. Cómo habrá avanzado la guerra, qué impacto tendrá la plataforma electoral de Yolanda Díaz o si en las próximas elecciones andaluzas Vox entrará en la Junta.

Para la formación morada que la ultraderecha forme parte de los gobiernos del PP, como está a punto de suceder en Castilla y León, puede contribuir a la movilización de la izquierda. En el PSOE también lo creen aunque no piensan que resulte suficiente para mejorar sus opciones, y menos en las actuales circunstancias.

En cualquier caso, en Unidas Podemos ven, y esto es algo que también sostienen en las filas socialistas, que las generales serán otra vez un "con Sánchez o contra Sánchez". "En el PSOE no entienden, por más que lo repetimos, que Sánchez les impide ganar espacio por el centro". La llegada de Alberto Núñez Feijóo, aseguran distintas fuentes, con un perfil más institucional y moderado, tiene como primera consecuencia la desaparición de Ciudadanos, que no resiste en las encuestas. Esos votos, defienden, "se van todos al PP de Feijóo". Las elecciones, subrayan, serán otra vez una pugna "entre bloques".